Me decía mi D.T. que la tesis es, hoy por hoy, mi plataforma de entrenamiento, el trampolín necesario para la poesía. Lástima que no pueda presentarle al tribunal de la tesis los poemas con que intento refutar a Simmel. Seguro les convencerían más que muchos argumentos bien ordenados, con sus citas y el formato especificado -Times New Roman, doce, espacio medio, con índice y encuadernado-. No pasa nada, entregaré un trabajo argumentado y gris como manda el canon. Y si se portan bien, quizá les deje, como antídoto, un poemario.
7 comentarios:
Pues para ser lunes, te veo con un ánimo espléndio: ánimo con todas las bandas, que tú puedes.
A mi me gustaría formar parte de ese tribunal y portarme genial para hacerme con uno de esos poemarios!
¿Si se portan bien? Al enemigo, ni agua...jaja
Bueno, eso del poemario, lo lanzo como amenaza para tentar a las musas y para autoalentarme a seguir con la sociabilidad según mi amigp Simmel.
Hoy he leído a Cioran poniendo por las nubes a tu Simmel, muy por encima de Heidegger, en Ejercicios de admiración, Tusquets, pp. 194-195
Mucho gris en este momento, me parece.... Pero ahorita vienen el oro y el azul de un verano poético. Suerte.
U.A.
¡Qué título atractivo el de Cioran! Gracias por el dato.
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