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lunes, 10 de marzo de 2008

Elecciones

En la vida las elecciones son tan constantes como la respiración. Las que más importan son todas esas elecciones pequeñitas que uno hace cada día, semana a semana, mientras dura la vida, fuera de los cercos electorales. Esas elecciones tienen casi siempre como protagonista a otras personas, de un modo más o menos directo, nuestros días en realidad consisten en ese entrelazamiento constante y misterioso con las vidas de otros.

Como dice un sabio profesor que conozco, la historia de nuestra vida se podría escribir aunando los tramos que hemos andado junto a otros, formando parte de su historia, para bien o para mal. Pero esa historia sólo la podremos ver, con toda su significación, al final de la Historia, en esa gran sala de cine que será el Juicio Universal.

Allí encontrarán respuesta todos los interrogantes que inquietaban a Wislawa Szymborska, y como a ella, a todo ser humano que tenga un corazón latiendo en el pecho. Es un consuelo que, para las elecciones más importantes de nuestra petite histoire, no haga ninguna falta esperar al próximo año bisiesto.


ABC

Ya nunca sabré

qué pensaba de mí A.

Si B. llegó a perdonarme de verdad.

Por qué C. aparentaba que no pasaba nada.

Qué papel jugó D. en el silencio de E.

Qué esperaba F., si es que esperaba.

Qué aparentaba G., a pesar de estar segura.

Qué quería ocultar H.

Qué quería añadir I.

Si el hecho de que yo estuviera a su lado

tuvo alguna importancia

para J. para K y para el resto del alfabeto.


W. Szymborska, Dos puntos, Ed. Igitur, 2007.


domingo, 13 de enero de 2008

Relecturas

Estos días fríos y lluviosos traen, además de catarros a mansalva, una atmósfera perfecta para leer con sosiego. O releer, que es todavía mejor. Yo he vuelto a las Dos ciudades de Zagajewski y me he ecnontrado algunos párrafos, como perlas, que seguramente pasaron inadvertidas en la primera inmersión. Os dejo algunas. Seguiré buceando.



Dos defectos de la literatura
1. Cuando el escritor se ocupa única y exclusivamente de sí mismo, de sus debilidades y de su vida, y olvida el mundo objetivo y la búsqueda de la verdad.


2. Cuando el escritor se ocupa única y exclusivamente de la verdad del mundo, de la realidad objetiva, imparte justicia, juzga al prójimo, censura la época y sus costumbres y se olvida de sí mismo, de sus debilidades y su propia vida.


Lección sobre el misterio

Ignoramos qué es la poesía. Ignoramos qué es el sufrimiento. Ignoramos qué es la muerte. Sabemos lo que es el misterio.


(...)

La poesía teme que su secreto se descubra. Un día, la realidad se percatará de que el corazón de la poesía está frío. O que la poesía no tiene corazón, sino unos ojos enormes y un oído muy fino.


Adam Zagajewski, Dos Ciudades, Acantilado, 2006

viernes, 2 de noviembre de 2007

De recitales, plagios y otras prácticas poéticas

Hay que ser remilgada para llevarse bajo el brazo a la Ajmátova en un viaje a Sevilla. Como contrapartida me encontré allí con la inmensa sorpresa de que recitaban (aunque no les guste -E.G.M. dixit) Enrique García-Maíquez y Amalia Bautista. Así que a la poesía que de por sí rezuma Sevilla se sumaron ellos y Anna Ajmátova con unos versos que no dejan de darme vueltas. Y ya que otros poetas escriben versos para que yo los haga míos, aquí los dejo por si alguien más se quiere sumar a este plagio tan justificado.

En un sueño

Esta negra separación inacabable
la sobrellevo igual que tú.
¿Por qué lloras? Mejor dame la mano,
prométeme venir a visitarme en un sueño.
Somos tú y yo como dos montañas...
No nos encontraremos, tú y yo, en este mundo.
Sólo si me enviaras, al filo de la medianoche,
un saludo con una estrella.

* * *

Otra canción

Cómo resplandecía y cantaba
el milagro de nuestro encuentro,
yo no quería desde allí
volver a ninguna parte.
La dicha en vez del deber
era mi amarga delicia.
Nadie me pedía que hablara
y hablé largamente.
Que la pasión ahogue a los amantes,
que exigen respuesta,
tú y yo amor sólo somos
almas en los márgenes del mundo.

* * *

No, no sabemos despedirnos.
Hombro con hombro, seguimos caminando.
Ya empieza a caer la noche.
Yo, silenciosa; tú, pensativo.
Entramos en la iglesia, vemos
bodas, funerales, bautizos.
Sin mirarnos, salimos: ¿por qué
somos tan distintos de los otros?

O nos sentamos sobre la nieve pisada,
en el cementerio, y suspiramos dulcemente.
Con un palito dibujas palacios
sonde estaremos juntos siempre.

* * *

En vez de dedicatoria

Con las olas vago y me oculto en el bosque,
en el puro esmalte del cielo aparezco,
la separación podré soportarla,
pero el encuentro contigo, apenas.


* * *

En vez de epílogo

Y allí donde los sueños se forman,
no hubo suficientes para ambos;
veíamos uno sólo, pero tan poderoso
como la primavera cuando llega.


Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva, El canto y ola ceniza. Antología poética. Galaxia Gutemberg, 2005. Selección y traducción: Mónica Zgustova y Olvido García Valdés.

sábado, 18 de agosto de 2007

A la sombra del asombro

A la euforia del Espíritu Creador del tiempo responde el espíritu humano: Siempre de modo incompleto, siempre insuficiente, en la esperanza de expresar su agradecimiento, con la misma intensidad y amplitud, a las grandezas de lo que se ha encontrado, como un regalo.

"El universo interior donde la poesía es la soberana absoluta, tiene la particularidad de ser inefable. Es como el aire; aparecen en él corrientes, diferencias de temperatura y tormentas, pero su propiedad primordial es la transparencia total y absoluta. ¿Cómo actúa, pues, ese universo interior, que es inefable y, no obstante, nada desea tanto como expresarse?"

Adam Zagajewski, Dos Ciudades, Acantilado, 2006.

jueves, 16 de agosto de 2007

Grandezas minoritarias

A algunos les gusta la poesía

A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más, sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatorio,
y a los mismos poetas,
serán dos de cada mil personas.

Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acaricia al perro.

La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.

Y yo no sé y sigo sin saber, y a esto me aferro
como a un oportuno pasamanos.

Wislawa Szymborska, Poesía No Completa, Trad. Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia. F.C.E., México, 2002.

¡Feliz Navidad!