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martes, 22 de febrero de 2011

Missing

Tengo que pedir disculpas a mis lectores (¡todavía los hay!) que al venir aquí se han encontrado con la puerta cerrada. Abandoné el blog como se deja una casa de verano, con las persianas cerradas y la tranca puesta. Lo que pasa es que cuando uno deja la casa de veraneo, las visitas enseguida piensan, ¡vaya!, se ha ido. Ya vendrá algún fin de semana, o el próximo verano.

En el cuarto de estar de mi blog no hay persianas, no hay verano, ni cartelito que anuncie: "vuelvo dentro de un mes". Y las visitas pensaban que se había vuelto un blog exclusivo para invitados particulares. Si sirve de algo, la culpa no es mía sino de mi inquilino, Blogger, que no da pie a muchas explicaciones. Vuelvo, pero para volver a irme, y volver, y así; como quien tiene casa de verano.

La tesis a punto de concluir, un máster de comunicación en marcha, presentaciones de Memoria del Paraíso. Y la vida misma, que de pronto se vuelve laboriosa (más, quiero decir).
Aunque no pase mucho tiempo por aquí, lo de siempre: gracias por venir, está en su casa.

viernes, 27 de marzo de 2009

Lecciones de periodismo

El Mundo sacaba hace un par de días la primicia que ahora está en el candelero. Un colegio concertado que llevan las adoratrices de Logroño había emitido un video escandaloso durante una clase de educación para la ciudadanía. Y efectivamente el video es escandaloso, pero no precisamente por lo que ahora llena las páginas de los periódicos.

El mundo se escandaliza porque el video muestra fotos de algunos miembros del gobierno junto a los miembros de niños abortados. Y el escándalo es que pongan las fotos de unos y otros miembros sugiriendo que los unos tienen algo que ver con el estado de los otros. No sé si se me escapa algo, pero me suena que la ley de plazos ha sido una iniciativa de los miembros del gobierno, y los beneficiados son los miembros de los niños. Pues, no es tan ilógico que las fotos se relacionen.

Es cierto que las citas de las bienaventuranzas, junto con la mano y la rosa del PSOE y las fotos de las criaturas forman un collage confuso (a mí tampoco me gusta el cocktail).Y ahí viene la segunda lección de buen periodismo. Pero antes voy a hablar de la primera. No es casualidad que El Mundo diera la noticia basándose en una sola reacción, precisamente la de una madre enfadada. Me habría gustado ver, por darme el gusto de ver un buen periodista en acción, al menos tres o cuatro fuentes más, que den una visión más ajustada de lo que piensan otras personas implicadas. Pero, para qué gastar en móvil, localizar a otras madres que opinen de otro modo, si con una madre cabreada ya tenemos la noticia sensacional en bandeja.

La segunda lección de buen periodismo es la manera de contextualizar la noticia. No es lo mismo emitir un vídeo con una explicación en una clase, que sacarlo por ahí sin más, para dar leña al fuego. La tercera y la más sorprendente es que nadie se atreva a hablar del escándalo mayor: el saldo del aborto. A una sociedad esterilizada como la nuestra no le gusta que le pongan delante estos horrores. En un video que denuncia la inhumanidad del aborto y defiende el derecho a la vida de los más débiles, Eduardo Verástegui hace un silogismo nítido, al alcance de cualquier bolsillo: Si la realidad del aborto es tan horrible que no se puede ni ver, ¿no será que no se debe hacer?

Nos llevamos las manos a la cabeza porque -con más o menos acierto- hay voces en la sociedad que no están dispuestas a callar ante el crimen generalizado contra los no-nacidos (no nacidos, pero vivos). Porque nos lo muestran con toda su fealdad, sin maquillajes, sin intereses electorales por medio. Por necesidad moral. Resulta que el profesor Neira es un héroe por defender a una mujer maltratada. Y lo es, sin duda. Pero quienes defendemos a quienes estás aún más desvalidos que las víctimas de la violencia de género, somos prácticamente unos sádicos. Gente sin escrúpulos que se atreve a ventilar esas imágenes que muestran la realidad en toda su crudeza. A mí que me llamen como les dé la gana. Pero la brutalidad está en el aborto; en callar, en procurar que nadie se entere de lo que estamos permitiendo, no vaya a ser que nos escueza la conciencia. Pues que escueza, que escueza. Es lo que hay.

martes, 17 de marzo de 2009

Entrevista

Lo dicho. Aquí dejo algo de la conversación que mantuve con Joseph Pearce (que no Pierce como lo ha re-bautizado el editor de la noticia) durante su visita a la Universidad de Navarra, el jueves pasado.

sábado, 14 de marzo de 2009

Pearce, Chesterton y la bola de cristal

Hace tiempo leí algunas páginas de un libro de Peter Berger que me llamó la atención por la lucidez de su título: Una gloria lejana: la búsqueda de la fe en época de credulidad. Tanto secularismo progre para acabar volviendo a los órdenes más primitivos de la religiosidad. Hoy en el Diario de Navarra publicaban una entrevista a una médium (página entera, por supuesto) que se dedica a servir a la gente con su don de profecía al módico precio de 80€ por sesión de media hora. Se entiende que saliera en los diarios porque el cartel de "no hay entradas" se mecía en la taquilla, como si se tratara de una corrida de José Tomás. El caso es que puestos a profetizar con elegancia, me quedo con los versos de Chesterton en The Ballad of the White Horse:
"The high tide!" King Alfred cried.
"The high tide and the turn!
As a tide turns on the tall grey seas,
See how they waver in the trees,
How stray their spears, how knock their knees,
How wild their watchfires burn!
Joseph Pearce habló de estos versos, con un tono optimista muy de agradecer en esta época en que todo está en crisis, menos los cenizos. La marea está llegando ya todo lo lejos que puede llegar, como las olas que suben y luego vuelven hasta perderse en el mar. La gente, como bien se ve, busca en qué creer, aunque tenga que pagar por ello. Como todo lo importante, está tan cerca que no lo vemos, es tan pequeño y humilde que lo ignoramos. Pero ahí está. Pearce, ex-anti-católico de la Orden de Orange, definía esta búsqueda en estos términos:
"El único hogar para el espíritu humano, para el alma humana es la Iglesia Católica. Quienes están fuera de ella, quienes se han ido o no la han encontrado son -aun sin saberlo- hombres y mujeres sin techo."

miércoles, 28 de febrero de 2007

Tratad de escribir cosas bellas

Poco antes de despegar, ya en el avión que le llevaría a la JMJ de Colonia, Benedicto XVI se dirigió a un pequeño grupo de periodistas y les dijo: "tratad de escribir cosas bellas". Más adelante, en una audiencia a la que asistieron más de 5.000 periodistas, les recordó su responsabilidad en la "búsqueda sincera de la verdad y la salvaguardia de la centralidad y de la dignidad de la persona."
Esas palabras del Papa a los comunicadores, entroncan con una tradición clásica, pero suavizada por el tono paternal del Papa que denota que comprende las dificultades que conlleva el desempeño de la profesión del comunicador. Ya Cicerón, cuando hablaba de las cualidades del buen orador decía:
"En el orador se debe encontrar la agudeza de los dialécticos, la sentencia del filósofo, las palabras de los poetas, la memoria de los juristas, la voz de los actores trágicos, el gesto del más consumado actor. Por ello no hay nada más infrecuente en el género humano que el orador perfecto." (De oratore I, XXVIII, 128)
Esa última frase, a algunos les serviría de excusa para no buscar la excelencia. Pero eso es hacer trampa, que como dice mi maestro, Jaime Nubiola, no buscamos la perfección sino el perfeccionamiento. Por eso me parece tan amable y animante la invitación de Benedicto XVI. En gran parte de eso se trata, por lo menos de tratar...




¡Feliz Navidad!