martes, 20 de marzo de 2007

Tiempo rapsódico

Para no variar la variación, hoy Pamplona ha vuelto a cubrirse de blanco; un día antes de la entrada oficial de la primavera. Ya se ve que las fechas oficiales le traen sin cuidado a la naturaleza y a los frentes árticos. Si nos ponemos en plan consecuencialista, el resultado es el mismo: con la primavera habrían empezado los estornudos crónicos y el desfile de pañuelitos perfumados, sin perfumar, con bálsamo, dibujitos de Disney o cuadros de Burberrys (para los más ostentosos). Con la nevada y el frío andamos igual, agitando pañuelos para ver si logramos despedir al invierno de una vez.

Aprovecho para agradecerle a Jacin Luna por la foto del campus nevado, llegué a pensar que no la subiría al blogg hasta el año que viene, pero...el norte nunca falla.

7 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Qué foto tan bonita (y bien glosada).

Anónimo dijo...

Maravillosas la foto y la glosa. Gracias, Jacin y Anacó. Me da mucha alegría tener noticias tuyas. Este batiscafo pequeñín también surcó las aguas heladas del Sadar.

Corina Dávalos dijo...

Vaya, pues yo todavía no me he bañado en el Sadar, y la verdad, no está dentro de mis planes a corto plazo. A ver si la nieve dura y Enrique lo ve así de bonito en vivo.

Anónimo dijo...

Me pasma que a estas alturas de la película todavía consigas verle el lado poético a la nieve, yo estoy hasta el moño... Si estás por la uni pásate por NT, que tengo una sorpresa para ti.

Jesús Beades dijo...

Yo conocí la nieve en el Valle de Ordesa (y además, esto es un alejandrino). Hicimos culo-sky, con la típica bulliciosa excurisón con club del opus (o tempora!)

El resto han sido naranjos, jacarandas, calor y cervezas, en el Sur interminable. Pero, ay, la nieve...

Corina Dávalos dijo...

Jesús, esto es deformación profesional y lo demás cuentos. ¡Ay!, la nieve, sí, tiene su magia.

Anónimo dijo...

qué bonita foto!! y aquí en Sevilla con un cielo azul de libro de d'Ors. Yo quiero visitar algún día Pampaluna.

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