viernes, 1 de diciembre de 2006

Agobios

Siempre me ha llamado la atención que, muchas veces, quienes más ocupaciones y responsabilidades tienen, son precisamente quienes parecen tener todo el tiempo del mundo para resolver asuntos de poca monta, o escuchar los desahogos de los que -con poco o mucho- andan deslavazados por la vida. Mi sabio maestro, Jaime Nubiola, me recordaba con frecuencia, cuando me veía correr perdiendo el sombrero por los pasillos del Edificio Central de la universidad: "el tiempo se lleva dentro". Al principio -pedanterías de principiante- pensé que se trataba de una especie de kantismo solapado, por aquello de las formas de la sensibilidad. Pero no. Es mucho más sencillo y enriquecedor que eso. La falta de tiempo o el exceso de tareas que produce "agobio" tiene -como dice él en un soberano artículo- otras raíces:

"Llamémosle "estrés" o "agobio", se trata de un fenómeno fácilmente identificable y que casi siempre puede remediarse aplicando un poco de inteligencia. Quienes lo padecen piensan que su causa está en el exceso de actividades que tienen, pero, de ordinario, los problemas de agobio nacen realmente de la falta de atención. Los "estresados" (...) se encuentran en ese estado de agitación que llamamos "estrés" por no haber prestado suficiente atención a la tarea que tenían entre manos. Más aún, si se observa con detenimiento se descubre fácilmente que quienes se lamentan de estar agobiados es, de ordinario, porque tienen su atención desparramada en varias actividades simultáneas, en lugar de concentrarse en una sola cosa."

Si luego resulta que la mejor fuente de autoayuda es el sentido común y la sinceridad con uno mismo. Eso sí, que sea mejor no quiere decir que sea más fácil. Contener la fuerza de la inercia vital es un arte de sabios y ascetas. Pero como de todo hay en el mercado, para quien la dificultad de lo sencillo le parezca demasiado ardua, siempre puede acudir a los cocktails multifruta de Paulo Coelho. ¡Pero ojo!, que eso implicaría añadir a su ya infinita lista de tareas pendientes, la lectura de un libro que vaya ud. a saber....



11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay veces en que por mucho que lo queramos evitar, el agobio, el aceleramiento y la desgana nos pillan por sorpresa y no sabemos cómo reaccionar.
Por suerte o por desgracia llevamos bastante tiempo lidiando con toros de todo tipo, y vamos aprendiendo como actuar frente a las eventualidades, y sobre todo como ayudar a las personas que se encuentran en situaciones de estres ;)

Anónimo dijo...

La foto me parece bonita y muy relajante.
Pienso que el vino es mucho más eficaz que Cohelo, pero es verdad que es agobiante llevar las botellas vacías al reciclaje.

Anónimo dijo...

Anaco,

resulta interesante tu entrada, no sé si porque me convence de que lo mío no es estrés o porque me obliga a concentrarme en una sola cosa... Creo que no es necesario concentrarse en una sola cosa, pero sí en varias que sean provechosas. Sobre todo, me quedo con lo que has dicho sobre la sinceridad: si uno se es sincero y obra como tal, lo demás no importa.

Ciao!!!

Enrique Baltanás dijo...

"...su atención desparramada en varias actividades simultáneas, en lugar de concentrarse en una sola cosa."
Sí, sin duda esta la fuente del agobio. Pero, pero cuando a uno le interesan tantas cosas dispares, ¿qué hacer?
Tal vez resignarse al agobio.

Anónimo dijo...

Pienso que no hay una talla para todos. Para mi en todo caso es más agobiante concentrarme en una sola cosa que desparramar mi atención en varias actividades simultáneas. Si tuviera que concentrarme sólo en un proyecto importante--o peor aún, concentrarme sólo en lidiar un toro--tendría muchisimo estrés.

Corina Dávalos dijo...

Creo que el artículo no se refiere a renunciar a las múltiples tareas que todos llevamos a cabo, sino a dedicarle a cada una un tiempo delimitado y, mientras debamos prestarle atención a una tarea determinada, tener la suficiente disciplina y libertad interior para concentrarnos sólo en esa, en la que en ese momento debemos afrontar, ya sea que la hayamos planeado con tiempo o nos haya surgido de improviso. Sólo una cosa a la vez.

E. G-Máiquez dijo...

Ya veo que no te das prisa ni te agobias con escribir una nueva entrada, ay.

Corina Dávalos dijo...

Es cierto, me los reservo para una entrada del trabajo de investigación; pero no me preocupa porque veo que el balón se mueve por otras zonas del campo, y mientras haya juego...Saludos!

Breo Tosar dijo...

Genial entrada y artículo. Sin prisa.

Luis dijo...

Puedes decirle a tu profesor, que hijos del agobio, no es un grupo de flamenco. Se trata del título de un disco y de una canción de un grupo llamado Triana.

Corina Dávalos dijo...

Se lo diré, gracias por el dato!

¡Feliz Navidad!