En una corrida de toros, el arte consiste en conseguir que el ímpetu, la violencia, la rapidez y la fuerza del toro cedan a la cadencia, al temple, al vuelo lento y suave de la muleta. El arte de escribir un libro se parece al arte de la lidia. Contener el impulso impaciente, prematuro, vehemente de la intuición y encauzarlo en el ritmo lento, premioso, arduo y continuado del desarrollo del pensamiento, en palabras.
Estoy muy de acuerdo con el olé baltánico. Magnífica observación la de esta entrada. El toreo es una metáfora espléndida de todo arte, que hace del riesgo emoción y del tiempo música, cuando las cosas salen bien.
Que se quede en metáfora no hace más que acercarlo, los muros miden nada y la cocina nos quiere adelantar: mañana le harán un marco a cualquier tortilla de patatas.
4 comentarios:
Exclamación taurina: ¡Olé!
Estoy muy de acuerdo con el olé baltánico. Magnífica observación la de esta entrada. El toreo es una metáfora espléndida de todo arte, que hace del riesgo emoción y del tiempo música, cuando las cosas salen bien.
Hacer del tiempo música. ¡Bonito remate, gracias!
Si el toreo es arte, el arte es otra cosa.
Tomo mi maleta y me voy en su búsqueda.
Que se quede en metáfora no hace más que acercarlo, los muros miden nada y la cocina nos quiere adelantar: mañana le harán un marco a cualquier tortilla de patatas.
Un saludiño!!!
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