-¡Pero… si llevo los mismos colores
que el atardecer de un martes cualquiera!
Repitiéndose..., así quienquiera crea.
Y responde su Creador, divertido:
¿Así que, quien quiera crea…?
Prueba a sacar un sapo presumido
de un trozo de tierra...
3 comentarios:
Después de todo,
el sapo ya era un príncipe.
Ni Salomón...
Mira que son crueles los creadores!
Pacientes, sobre todo ¡pacientes!
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