Sire de ojos azules, gracias: por los laureles
de cien bravos vestidos de honor; por los claveles
de la tierra andaluza y la Alhambra del moro;
por la sangre solar de una raza de oro;
por la arrnadura antigua y el yelmo de la gesta;
por las lanzas que fueron una vasta floresta
de gloria y que pasaron Pirineos y Andes;
por Lepanto y Otumba; por el Perú, por Flandes;
por Isabel que cree, por Cristóbal que sueña
y Velázquez que pinta y Cortés que domeña;
por el país sagrado en que Herakles afianza
sus macizas columnas de fuerza y esperanza,
mientras Pan trae el ritmo con la egregia siringa
que no hay trueno que apague ni tempestad que extinga;
por el león simbólico y la Cruz, gracias, sire.
¡Mientras el mundo aliente, mientras la esfera gire,
mientras la onda cordial aliente un ensueño,
mientras haya una viva pasión, un noble empeño,
un buscado imposible, una imposible hazaña,
una América oculta que hallar, vivirá España!
de cien bravos vestidos de honor; por los claveles
de la tierra andaluza y la Alhambra del moro;
por la sangre solar de una raza de oro;
por la arrnadura antigua y el yelmo de la gesta;
por las lanzas que fueron una vasta floresta
de gloria y que pasaron Pirineos y Andes;
por Lepanto y Otumba; por el Perú, por Flandes;
por Isabel que cree, por Cristóbal que sueña
y Velázquez que pinta y Cortés que domeña;
por el país sagrado en que Herakles afianza
sus macizas columnas de fuerza y esperanza,
mientras Pan trae el ritmo con la egregia siringa
que no hay trueno que apague ni tempestad que extinga;
por el león simbólico y la Cruz, gracias, sire.
¡Mientras el mundo aliente, mientras la esfera gire,
mientras la onda cordial aliente un ensueño,
mientras haya una viva pasión, un noble empeño,
un buscado imposible, una imposible hazaña,
una América oculta que hallar, vivirá España!
6 comentarios:
Ay, Ana, mira que me esfuerzo, pero es que no puedo con la poesía de Darío, con sus cuentos aún, pero es que la poesía... En fin, un saludo!
Yo mucho no sé de Darío, pero para el día de la hispanidad quería ehcar mano de un poeta americano que hablara de esto y encontré a Rubén Darío, aunque con un poco de trampa porque no todo el poema tiene esta temática. En todo caso, gracias por el comentario.
Hace falta el resto:
Sire de ojos azules, gracias por odiar tan fuerte
con las matanzas sin fin de una gente inocente,
por la sangre azul pura derramada en la tierra
por matar en el valle, matar hasta en la sierra.
Tranformaste un paraiso en una gran cabaña.
Gracias por la pobreza; gracias, gracias España.
Todas las naciones tienen en su haber errores e injusticias, también las naciones americanas, que muchas de ellas no eran precisamente culturas de la paz y la vida. En todo caso, pienso que la América hispana que hoy tenemos le debe muchos bienes a España. No todo fue horror y quebranto, yo soy americana, me siento orgullosa de la herencia española y quiero a España como a mi propia patria. Pienso que las leyendas negras hay que desmitificarlas a base de leer algo más de historia que la versión de Las Casas. Pero respeto tu opinión.
Me pasa lo mismo que a Pies diminutos: ¡Me encantan los cuentos de Darío pero no puedo con su poesía! Quizás con Cantos de vida y esperanza, y animo a Pies diminutos a que lo intente con este último libro de Rubén.
Pues a mí me gusta mucho Darío, y la gran Hispania y esta entrada y la Virgen del Pilar...
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