Hace unos días un vecino de esta casa pedía "más haikus". Y como me gusta complacer a mis invitados, aquí os dejo un botón de muestra de Cristal Ahumado, el nuevo libro de Gabriel Insausti. Está recién salido del horno de la Fundación Mainel con un prólogo de Abel Feu. Son, si no me salen mal las cuentas, unos 150 haikai (por si la insaciable afición de algún lector le lleva a continuar por su cuenta). Al fin y al cabo, los Reyes son majos, ¿no?
En el andén,
pañuelos y palomas:
blanco revuelo.
Me ven pasar
más lento cada día
las mismas calles.
Vuelve a lo tuyo,
parece estar diciendo
la flor del tejo.
Viento en el trigo:
sobre el lomo de un gato,
mano invisible.
Ayer, queriendo
que saliera la luna,
no vi las nubes.
¿Será tu alma
eso que estás mirando?
Pregunta eterna.
El miedo, a veces,
de estar en otra parte
y no saberlo.
Cuánto ha costado
hacer este momento,
nadie lo sabe.
5 comentarios:
Al leer el libro, se me había escapado
Me ven pasar
más lento cada día
las mismas calles.
que es un haiku espectacular, con el paso (más rápido cada día) del tiempo dentro. Gracias, gracias.
¡Ya casi tienes un haiku espejo!: "con el paso (más rápido cada día) del tiempo dentro" Gracias a tí.
El miedo, a veces,
de estar en otra parte
y no saberlo.
Uf! Cuántas veces me ha dado esa angustiosa sensación. Pero es buena: nos señala el camino, la vocación. La llamada. Como también nos la indica, en forma positiva, esa paz...
Gracias, Elsa por el comentario. Desde luego la capacidad de no enterarse hasta de lo más evidente es muy humana...
Gracias por atender mi petición. Muy buenos estos "haikus" (¿haikai es el plural?) de G. Insausti. Pero la carta a los Reyes pide más de Anacó.
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