lunes, 22 de enero de 2007

Sabiduría

Cuentan que se reunieron en cierta ocasión, un grupo de sabios, todos ellos hombres buenos y piadosos, con el fin de clamar a Dios para obtener luces. Y así se lo pedían:

-¡Señor!, venimos aquí a suplicarte que nos ilumines. Queremos saber la clave para traer la felicidad al mundo en estos tiempos de guerras, indiferencia, hambre, pobreza, sufrimiento, y tanto afán materialista que persigue sólo el poder y las riquezas...

Y así, estuvieron varios días, pensando y rezando, hasta que de pronto se oyó la voz de Dios, como un estruendo. Los sabios escucharon Su voz pausada que pronunciaba:

Co-mo-di-dad...

Desconcertados, se preguntaban unos a otros: ¿comodidad?, ¿ha dicho comodidad? Estuvieron varias horas deliberando y visto que no acertaban a interpretar lo que Dios les quería decir, volvieron a preguntar:

-¡Señor! -volvieron a decir- te agradecemos que nos hayas escuchado y hayas respondido a nuestros ruegos, pero somos criaturas pequeñas y no sabemos cual es el significado profundo de tus palabras, ¿qué nos quieres decir con eso?

Y la voz de Dios volvió a sonar: Como di, dad.

(*) La historieta la escuché hace unos días y me hizo gracia. Digo yo que no es poca sabiduría la de saber preguntar hasta dar con la respuesta que se busca. Los pseudo-sabios de nuestros días quizá habrían hecho una teoría neo-capitalista titulada On commodities, o vaya ud. a saber qué más.

2 comentarios:

Adaldrida dijo...

Qué bueno!

Jesús Sanz Rioja dijo...

No la conocía. Tiene gracia.

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