jueves, 15 de marzo de 2007

Clases

Clase A: Entro al aula y pregunto: "A ver, sinceramente, ¿quién se ha leído el texto? Tímidamente se levanta una mano. Son buenos chicos, pienso. Al menos saben ser sinceros.

Clase B: La educación es un tipo de comunicación: "La calidad de esa comunicación estriba siempre en que quien enseñe favorezca la autonomía, la creatividad, la independencia, el pensar cada uno por su cuenta, con pasión y a su aire: no sólo aspira a que los demás sean mejores que uno, sino también a que sean distintos de uno mismo"*.

Clase C: Ninguna pregunta de los alumnos es una tontería. Tonto el profesor si no sabe traducir las inquietudes profundas que están latiendo en un modo de enunciación, quizá poco claro, pero auténtico.

Clase D: Los alumnos no son tan pasotas como se dice, tienen inquietudes y preguntas importantes, pero no se les dedica bastante tiempo como para que se tomen en serio la tarea de procurar responderlas.

Conclusiones: Hay que fomentar el asesoramiento personal. La filosofía sólo se aprende en un clima de amistad, de amor hacia la verdad y el interés recíproco entre profesor y alumno. La desbandada de las humanidades ofrece una estupenda oportunidad para formar así a los pocos que se interesan por la Filosofía o las carreras de Letras. Es una oportunidad sin igual para rescatar la educación como diálogo. Hay que escuchar a los estudiantes.
Nubiola lo dice así en el Taller de la Filosofía:

"Se aprende a escuchar prestando atención con naturalidad a lo que la otra persona dice, dejándose penetrar por ello, sin distraerse en la posible respuesta. Cuando se escucha hay que evitar adelantarse mentalmente a quien nos habla y dominar el instinto de réplica. Aprendí -relata Guardini en su autobiografía- poco a poco a comprender a no aplicar una idea preconcebida, a acoger a la persona partiendo de ella misma que es siempre única. Cuando se hace así, a menudo la palabra que clarifica y orienta surge por sí sola, espontáneamente en la conversación. A veces será preciso, a la manera socrática, ayudar a ganar esa claridad mediante nuestras preguntas, y casi siempre, imitando la costumbre de los escolásticos, convendrá resumir lo que nos ha dicho para comprobar así que aquel era efectivamente el problema para el que reclamaba nuestra ayuda: "Ya. A ver si lo he entendido. Lo que quieres decir es que..."." **


*Jaime Nubiola, El Taller de la Filosofía, p. 196 y **193

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me han llegado ecos de que tu primera clase ha sido un éxito total y rotundo... ¡Qué pena no haber estado en NT cuando has venido! Mañana te busco, Debo.

Corina Dávalos dijo...

Habrá que ver si la voz que ha provocado el eco es una fuente fiable, Debo... basic journalitic principle. Nos vemos mañana, pues.

Anónimo dijo...

Hasta la Ciudad de Sevilla llegaron esos ecos... ¡Mi más sincera enhorabuena! :)

E. G-Máiquez dijo...

Muy bueno y provechoso todo lo que dices. De acuerdo en que ninguna pregunta es una tontería; lo difícil (ergo interesante) es que el resto de los compañeros lo veo también claro, porque entre ellos son hipercríticos.

Anónimo dijo...

Que no te pase como me pasó a mi dando una clase. Alguien preguntó algo enrevesado y le dije:
-¿Puedes repetir la pregunta?
La repitió, contesté, y me dijo:
-¿Puede repetir la respuesta?

Anónimo dijo...

Enhorabuena.

Un gran maestro en el arte del diálogo es Benedicto XVI. No deja de sorprenderme su capacidad de acoger al interlocutor.

Para él no existe el "no", siempre hay algo aprovechable de lo que partir para encontrar puntos en común. Léanse "La sal de la tierra" y "Dios y el mundo".

Corina Dávalos dijo...

Efectivamente, Enrique, es interesante lo que dices de los compañeros, quizá es más duro en el instituto porque están en una edad difícil y dependen mucho de lo que piensen sus compañeros. No me había fijado en esta variable, estaré atenta y ya contaré lo que observe en la universidad.
Gracias, Peter por la advertencia, eso de pedir repetición para ganar tiempo es un viejo truco, pero da buenos resultados en un momento de apuro. Y muchas gracias a Batiscafo y Palíndromo por las enhorabuenas, viniendo de Sevilla valen doble;)
Yo me lo he pasado en grande, pero el éxito será que ellos, los alumnos, aprendan y que en lo posible ese saber nuevo les haga mejores, y eso todavía está por ver ... pobres, a ver qué hacemos para el día del examen.

Corina Dávalos dijo...

Ah! Se me olvidaba, gracias por la referencia a Benedicto XVI, completamente de acuerdo. A ver si traemos aquí para muestra, un botón.

Coni Danegger dijo...

Me ha alegrado un montón esta entrada. Sos una buena aprendiz... de profesora esta vez. ¡Adelante, que parece que irás tan rápido como tus alumnos!

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