viernes, 9 de mayo de 2008

Si ustedes supieran...

Si ustedes supieran --por que yo se lo contara-- que el libro que estoy trabajando en estos días de lluvia lleva el título de Finitud y Culpabilidad, que la primera parte de libro habla de El hombre falible y que el capítulo que acabo de leer lleva la bonita etiqueta de Lo patético de la miseria; sin duda se les quedaría a ustedes, amables lectores, un gesto contorsionado, no ya por la compasión que les despierte una por las cosas que tiene que leer, sino por lo sobrecogedores que resultan los títulos en ristra. Lo curioso es que, a pesar de que suene muy tremendo y de que Ricoeur es un autor de origen protestante, hay en su visión del hombre un sentido de trascendencia de tira para arriba que los temas que trata.

Hay algo de mostruoso en la desproporción (de ello nos habló larga y profundamente Jean Clair a propósito de los gigantes). Cuando se agiganta un sólo término de la mezcla de cuerpo y espíritu que somos los humanos, salen monstruos materialistas o fantasmas idealistas que estropean la armonía. Como ya decían los griegos, mal que le pese a Nietzsche y a toda la corte de Dionisio, la medida es la piedra de toque de toda felicidad. Con estos dos ingredientes: finitud e infinitud, puede elaborarse un veneno mortal o un licor exquisito. De las cantidades de uno y otro que pongamos en el cóctel, dependerá que descubramos --o no-- la receta de una vida feliz.

3 comentarios:

MacGregor dijo...

Leyéndote no es posible tenerte compasión por nada Anacó... me ha encantado la idea de ese "cóctel".
Gracias!!!

Anónimo dijo...

Hmmm. A veces no se sabe (no sé yo) cuando la bloguera comunica las ideas de Ricoeur, las suyas, o las de ambos escritores. (Esto es un elogio, me parece....)
Una pregunta: Estás leyendo Ricoeur en español o en francés?

Corina Dávalos dijo...

Por ahora en castellano. Pero espero retomar el francés en breve, que hace mucho que lo tengo arrumbado en un rincón. Procuraré ser más justa con Ricoeur, a ver si voy a ponerle a decir algo que no ha dicho... Gracias por el comentario!

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