martes, 4 de noviembre de 2008

Una bomba de paz

Mira por dónde, los salmos proféticos nunca pierden actualidad. Hay salmos a los que les doy vueltas, en concreto el Salmo II lo he leído varias veces, lo he meditado. He hablado sobre esto de las profecías con un experto en estas cosas, en Kafka y en música para outsiders. Pero es que además, lo he visto ahora con una evidencia que me ha imprimido en el corazón una certeza que no hubiera alcanzado ni con el asesoramiento personalizado del bueno de Descartes.

Así reza uno de los versículos del Salmo 2:
"Qui habitat in caelis, irridebit eos, Dominus subsannabit eos"
que se traduce con cierta libertad por:
"El que reina en el cielo se sonríe; el Señor se burla de ellos."

Y m
e río yo también, sin sarcasmos, cuando veo la abrumadora explosión de adhesión, afecto, unión, y -por qué no decirlo- de conversiones que ha traído consigo la visita de ETA a la universidad. Esperemos que ellos -los terroristas- más pronto que tarde aprendan tanto como hemos aprendido los universitarios de la lección magistral de aquel jueves. No todos los días se tiene de un modo tan patente una segunda oportunidad, o una primera, o sexta, o vaya ud. a saber. La paciencia de Dios es infinita, su soberanía innegable y sus métodos pedagógicos más revolucionarios que los más revolucionarios sueños del terror.

Ayer pasé por la ermita del Campus para dar gracias y me encontré con un manto de flores y una oración de composición anónima, de parte de los estudiantes de la Universidad de Navarra. Eso sí que es una bomba. De paz. Leedla, no os dejará indiferentes. Yo, dicho eso, no tengo nada que añadir.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que razón tienes corinette!
Nosotros a reirnos que es una muy buena terapia!
Fátima

E. G-Máiquez dijo...

A mí, en Cádiz, entre viejos ex alumnos, también me ha asombrado la onda expansiva de la bomba. Están todos más navarrensis que nunca.

¡Feliz Navidad!