viernes, 27 de marzo de 2009

Lecciones de periodismo

El Mundo sacaba hace un par de días la primicia que ahora está en el candelero. Un colegio concertado que llevan las adoratrices de Logroño había emitido un video escandaloso durante una clase de educación para la ciudadanía. Y efectivamente el video es escandaloso, pero no precisamente por lo que ahora llena las páginas de los periódicos.

El mundo se escandaliza porque el video muestra fotos de algunos miembros del gobierno junto a los miembros de niños abortados. Y el escándalo es que pongan las fotos de unos y otros miembros sugiriendo que los unos tienen algo que ver con el estado de los otros. No sé si se me escapa algo, pero me suena que la ley de plazos ha sido una iniciativa de los miembros del gobierno, y los beneficiados son los miembros de los niños. Pues, no es tan ilógico que las fotos se relacionen.

Es cierto que las citas de las bienaventuranzas, junto con la mano y la rosa del PSOE y las fotos de las criaturas forman un collage confuso (a mí tampoco me gusta el cocktail).Y ahí viene la segunda lección de buen periodismo. Pero antes voy a hablar de la primera. No es casualidad que El Mundo diera la noticia basándose en una sola reacción, precisamente la de una madre enfadada. Me habría gustado ver, por darme el gusto de ver un buen periodista en acción, al menos tres o cuatro fuentes más, que den una visión más ajustada de lo que piensan otras personas implicadas. Pero, para qué gastar en móvil, localizar a otras madres que opinen de otro modo, si con una madre cabreada ya tenemos la noticia sensacional en bandeja.

La segunda lección de buen periodismo es la manera de contextualizar la noticia. No es lo mismo emitir un vídeo con una explicación en una clase, que sacarlo por ahí sin más, para dar leña al fuego. La tercera y la más sorprendente es que nadie se atreva a hablar del escándalo mayor: el saldo del aborto. A una sociedad esterilizada como la nuestra no le gusta que le pongan delante estos horrores. En un video que denuncia la inhumanidad del aborto y defiende el derecho a la vida de los más débiles, Eduardo Verástegui hace un silogismo nítido, al alcance de cualquier bolsillo: Si la realidad del aborto es tan horrible que no se puede ni ver, ¿no será que no se debe hacer?

Nos llevamos las manos a la cabeza porque -con más o menos acierto- hay voces en la sociedad que no están dispuestas a callar ante el crimen generalizado contra los no-nacidos (no nacidos, pero vivos). Porque nos lo muestran con toda su fealdad, sin maquillajes, sin intereses electorales por medio. Por necesidad moral. Resulta que el profesor Neira es un héroe por defender a una mujer maltratada. Y lo es, sin duda. Pero quienes defendemos a quienes estás aún más desvalidos que las víctimas de la violencia de género, somos prácticamente unos sádicos. Gente sin escrúpulos que se atreve a ventilar esas imágenes que muestran la realidad en toda su crudeza. A mí que me llamen como les dé la gana. Pero la brutalidad está en el aborto; en callar, en procurar que nadie se entere de lo que estamos permitiendo, no vaya a ser que nos escueza la conciencia. Pues que escueza, que escueza. Es lo que hay.

4 comentarios:

Kuky Haindl dijo...

Estoy de acuerdo contigo. ¿Por qué puede defenderse todo, menos a los niños indefensos que son asesinados cruelmente por sus egoístas padres? A mí en el cole me hicieron ver un video horroroso del aborto, que me hizo salir con náuseas. Pero me sirvió. Me dejó claro qué tan horrible es el crimen que se comete. Mi cole es católico, en un país en que aún (por suerte) esa monstruosidad es ilegal. Así que nadie fue a alegar. De hecho, las madres estaban felices de que sus niñas pasaran tan "mal rato" (porque en realidad es fuerte y después de ver imágenes como las que vieron los niños de logroño, te muestran chicas que abortaron varias veces que dan ganas de abofetear).
Y en cuanto a la pésima y perezosa cobertura de los medios: parece que se les olvidó asistir a aquella clase en la que a uno le decían que debía consultar varias fuentes y cubrir varias versiones.
Excelente columna Ana Có.
Saludos desde Chile

E. G-Máiquez dijo...

Huy, que se nos pasa un mes sin noticias tuyas, ¿qué pasa?

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Hola Corina, hace tiempo que no sabemos nada de ti.

Un abrazo.

Jesús Aparicio González dijo...

Comparto tu visión y me adhiero a tu defensa de los más inocentes, de los no nacidos.

Enhorabuena por tu blog.

Un saludo
Jesús

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