Esta vez no es por debilidad sino por necesidad. Resulta que estaré fuera hasta el domingo, así que vengo a dejar algo para estos días. José Jiménez Lozano me encanta como novelista, pero su faceta poética me era desconocida. Pero, como gracias a Dios tengo a mi disposición una biblioteca impresionante, me ha sido fácil empezar a rellenar lagunas. De modo que os dejo algún que otro de mis descubrimientos para estos días santos. Querría haber contado otras historias, recordar la única Historia que a lo largo de esta semana celebramos. Pero, qué le voy a hacer, el tiempo apremia. Ya volveré otro día para contaros.
Noches de abril
No hay nada más incierto
que las noches de abril con su alta luna.
Asolan las lilas, los almendros,
muerden el corazón del gorrioncillo,
incitan a la traición, si hay una hoguera
que en algún patio arde dulcemente.
Mas, aún así, las amamos.
* * *
Cirio de Pascua
Encendido en la tiniebla de la noche,
Cirio de Pascua,
un resplandor tan débil se alza
hasta los astros rutilantes.
Mas pasarán los astros,
y a tu luz se hará el Juicio
sobre el Mundo.
6 comentarios:
Sólo he leído sus libros de anotaciones y diarios, y me gustaron mucho. Me interesa mucho lo del jansenismo, Port Royal y Pascal, aunque noto cierto "turrieburnismo" en su actitud (la de J. Lozano). ¿Sabes que su jardín se llama "Petit Port Royal"?
Lo del turrieburnismo me deja ojoplática (ni idea...) lo de que su jardín se llame Petit Port Royal me parece significativo.
Jiménez Lozano cada vez está menos jansenista y mejor poeta, ¿no? Usque ad finem, que diría Batiscafo/Zagajewski.
Turris Eburnea, torre de marfil.
Felices Pascuas, AnaCó!
¡Felices Pascuas! Veo que vuelves con buenos propósitos. No nos dejes en ayunas mucho tiempo.
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