viernes, 4 de agosto de 2006

Idiomas

Desde hace tres días he vuelto al tajo. Además de retomar la investigación y el blog, que abandoné por causas de fuerza menor, he retomado el aprendizaje del alemán. Aprender, al borde de la treintena, un idioma tan intrincado como éste es la mejor cura de humildad de la que tengo noticia. He vuelto a balbucear como una criatura y redescubro los nombres que aprendí en la infancia por puro y simple roce. Y allí me tenéis vocalizando: sal-chi-cha... brat-wursttt... o sometiendo mis neuronas, con querencia cada vez más marcada hacia la estabilidad y el sosiego, a estrenar sinapsis insospechadas para asumir la gramática germana.
Al salir de clase, me fijé en el corcho de la academia y encontré este simpático poema que os dejo. Y de verdad: ante la hipertrofia de la glándula de la autoestima, nada mejor que un curso de alemán como anti-inflamatorio.

Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
sabían hablar francés.
¡Arte diabólica es!
dijo, torciendo el mostacho
que para hablar el gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal
y aquí lo parla un muchacho.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Trato de apreder el japonés--entiendo lo que quieres decir. Ojalá que tengas más suerte y menos humildad que yo! Un alemán (Goethe) dijo: "Un hombre vale por tantos hombres cuantos idiomas posee." Tú vales más y más personas cada día, entonces!

Corina Dávalos dijo...

Qué gracioso Goethe, midiendo a los políglotas al peso...y por otra parte creo que voy a necesitar mucha humildad, mucha paciencia y mucha suerte. Pero creo que el u. anónimo con el japonés necesitará algo más. (En el alemán el alfabeto es el mismo que en castellano, algo menos que memorizar...)

E. G-Máiquez dijo...

Lo consolador es que gracias a tu esfuerzo nos podrás traducir estupendamente poemas del alemán a los que no.
Al fin, ningún esfuerzo verdadero es solitario. Ánimo.

Corina Dávalos dijo...

Bueno, eso ya sería para nota, pero desde luego no niego que es una de las ilusiones que hacen de lubricante ante la aridez de la gramática a palo seco. Como dice mi profesor: el alemán es el idioma de filósofos y poetas. Yo por otra parte espero que esas obras completas de Chesterton anden entre los escaparates de las librerías más pronto que tarde. Gracias!

Breo Tosar dijo...

George Steiner dijo: "Toda nueva lengua permite vivir otra vida". Ánimo, pues, con el aprendizaje de la lengua germana, pues con un nuevo idioma podrás comprender mejor las posibilidades que te ofrece el mundo.

Corina Dávalos dijo...

Muy acertado el comentario de Steiner, es una auténtica multiplicación vital, sin duda. Gracias por los ánimos.

E. G-Máiquez dijo...

Oye, si que te has tomado en serio lo del alemán, que ni tiempo te deja para el blogg...

Corina Dávalos dijo...

Si no es el alemán, soy yo: una calamidad organizativa. Y gracias por la bronca en clave de amabilidad.

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