Gran día éste, de los Ángeles Custodios, tan llevados y traídos por la moda de los esotéricos supermercados, y sin embargo tan poco conocidos. Para celebrar traigo a un poeta*. Les debo esta entrada, a los ángeles, por justicia y estricta simpatía. Cuántas deudas, a veces sin saberlo, contraídas con mi discreto y gratuito guardaespaldas. Otras a sabiendas. Por eso, qué menos que un poema.
EL ÁNGEL
Que el hombre no sea indigno del Ángel
cuya espada lo guarda
desde que lo engendró aquel Amor
que mueve el sol y las estrellas
hasta el Último Día en que retumbe
el trueno en la trompeta.Que no lo arrastre a rojos lupanares
ni a los palacios que erigió la soberbia
ni a las tabernas insensatas.
Que no se rebaje a la súplica
ni al oprobio del llanto
ni a la fabulosa esperanza
ni a las pequeñas magias del miedo
ni al simulacro del histrión;
el Otro lo mira.
Que recuerde que nunca estará solo.
En el público día o en la sombra
el incesante espejo lo atestigua;
que no macule su cristal una lágrima.
Señor, que al cabo de mis días en la Tierra
yo no deshonre al Ángel.
*Jorge Luis Borges
7 comentarios:
Qué hermoso lo tuyo y también el poema... tenía que ser Borges!
Gracias por la entrada sobre los ángeles custodios, a los que les robé el día para cumplir años! (mensaje casi subliminal, jaja). Felicitaciones por la entrada.
m
El Principito dijo que lo esencial es invisible a los ojos. Yo creo en ese mundo angelical que nos rodea, el mío que se saluda con el tuyo y con el del otro y el de más allá (son muy sociables!), que están todo el día cuidándonos a ti, a mí, al que pasa al lado (el mío está estresado, lo sé). Me encanta como juego, contar la gente que tengo cerca y multiplicar por dos, probadlo y veréis la cantidad de seres que estáis juntos!!
Aprovecho este foro para agradecer a los ángeles de quienes les ignoran todos sus amorosos cuidados!
Gracias AnaCo por rendirles este homenaje.
Felicidades Maneco!
Jacin
¡Anacó, muchas gracias por colgar este poema! ¡Ha sido un placer descubrirlo! Gracias!!!
Gracias a vosotros, que agasajáis a los agasajados. (Maneco incluída!)
Si pasase por aquí Enrique quizá nos podría decir algo sobre estos versos que, al menos a mí, no me terminan de quedar claros (O Breo, o el que se ofrezca): "Que no se rebaje a la súplica ni al oprobio del llanto ni a la fabulosa esperanza ni a las pequeñas magias del miedo ni al simulacro del histrión;
el Otro lo mira." Hay contradicción en el poema o es que yo lo he entendido mal?
"El Señor dio órdenes de que te guiaran en tus caminos...". Suerte tú que los tuyos, contigo, ni pueden ni quieren dejar de hacerlo!)
Desde luego! Que el día que me monten una huelga, a ver qué va a ser de mí!)
Muchas gracias por el poema y por tus palabras introductorias. También por el reto interpretativo que me lanzas. Yo creo que el que no se tiene que rebajar a la súplica ni al llanto ni a la esperanza ni al miedo es el hombre; quien lo mira ("el Otro") es el Ángel. Para mí que la confusión surge porque Borges está defendiendo aquí una visión estoica e impasible de la vida (Nec spe nec metu) que tal vez a nosotros nos resulte un poco extraña. Nada de eso empaña el poema ni su deseo final (tan de Eugenio d'Ors), al que me apunto.
Publicar un comentario