lunes, 8 de enero de 2007

Vuelta a empezar

Ya está. Ha llegado el 2007 y viene con prisas. La cuesta de enero la he notado como nunca esta mañana cuando ha sonado el despertador a su hora inv(f)ernal acostumbrada. Ya estamos en el segundo lunes, y en cuanto uno se descuide, ya tocará sacar el bañador. (Aunque por aquí la sabiduría popular reza: hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo... claro que esto lo decían los sabios de la era pre-calentamiento global...)
El verano estaba aquí hasta hace nada, se nos ha esfumado el cálido otoño y el invierno este año ha dejado los tonos marrones de la tierra preñada, por el verde prematuro de los cereales que ya se mecen como las cuerdas de un arpa -que diría Capote.
Y para inaugurar el 2007, en medio de estos vaivenes camaleónicos del tiempo, os dejo un haiku estacional.


Cielo en colores:
esclavas de la moda,
las estaciones.


7 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Este haiku está haciendo equilibrios (muy salerosos) en la frontera con la seguidilla. Ya hablé de las relaciones japoflamencas, pero fuera de quisquillosidades de género, tu poema es espléndido y quedará muy bien en tu futura colección de haikus (o haikai). Enhorabuena y gracias.

Corina Dávalos dijo...

Pues, con mis respetos por el haiku, confieso que me encantaría dejar los equilibrios y caer de lleno en la seguidilla. Gracias -siempre- por las quisquillosidades de género, ¿la seguidilla tiene alguna métrica establecida? Me ha quedado clara la cuestión del tono, pero he visto uno de 8 sílabas y otro de seis en cada verso, y me ha entrado la duda...

E. G-Máiquez dijo...

Lo he liado un poco yo. Lo que es idéntico métricamente al haiku es el terceto final de la seguidilla, pero con rima. Su cuarteto, rimando en pares, es 7/5/7/5. Así:

Me llamaste veleta
por lo inconstante.
Si yo soy la veleta
tú eres el aire.
Que la veleta,
si el viento no la mueve,
se queda quieta
.

Lo que te confundió fue la soleá (con la misma métrica que la alegría o la bulería) que es un terceto de versos octasílabos con rima en impares. Éste, de José Luis Tejada, por ejemplo:

Lo que una vez fue verdad
lo sigue siendo por dentro
por toda la eternidad
.

(Caigo en la cuenta que he escogido ejemplos con rima consonante cuando lo más normal es la rima asonante.)

Corina Dávalos dijo...

Gracias por la explicación, ya tengo deberes para lo que queda de semana. Creo que mientras hacía orden de libros en la biblioteca salió uno sobre poesía y flamenco. Más deberes...¡gustosísimos deberes estos!

Jesús Sanz Rioja dijo...

Es bueno. Por cierto que últimamente son menos esclavas de la moda. Hay días de invierno que parecen de mayo.

Corina Dávalos dijo...

Sí, este invierno se lleva menos el gris y el azul es el último grito del cielo, ¡incluso en Pamplona!, que ya es decir...

Inma dijo...

¡Muy bonito haiku-seguidilla!
Y tenéis razón, se nos han vuelto locas las estaciones, con esto de querer llevarnos una temporada de ventaja como si tuvieran que desfilar en la Cibeles...

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