Diario de Navarra, 2 de marzo de 2007
"El ministro del Interior asumió toda la responsabilidad en la decisión de mandar al preso a casa tras ser clasificado en segundo grado y afirmó que la medida goza de todo el respaldo jurídico y tiene un trasfondo "humanitario" al que el Estado está obligado aunque afecte a un terrorista que no tuvo piedad de sus víctimas."
Diccionario de la Lengua Española, XXII edición
Humanitario, ria.
(Del lat. humanĭtas, -ātis).
1. adj. Que mira o se refiere al bien del género humano.
2. adj. Benigno, caritativo, benéfico.
3. adj. Que tiene como finalidad aliviar los efectos que causan la guerra u otras calamidades en las personas que las padecen.
Calamidad
1. f. Desgracia o infortunio que alcanza a muchas personas.
EL Mundo, 2 de marzo de 2007
"En declaraciones a la Cadena Ser, el titular de Interior reconoció que se siente "mejor hoy" después de que el etarra abandonase su ayuno (...)"
A su juicio, en las últimas horas se han escuchado algunas declaraciones "indecentes", refiriéndose después de forma expresa a las palabras del secretario general, Ángel Acebes, asegurando que si el Estado " hubiese cedido " ante ETA, Miguel Ángel Blanco "estaría hoy entre nosotros".
Diccionario de la Lengua Española, XXII edición
Decencia.
(Del lat. decentĭa).
3. f. Dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas.
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Poco decente -más bien- argumentar con futuribles y utilizar a las víctimas de la única calamidad de la que se puede hablar aquí: el terrorismo y el chantaje exitoso de ETA. Y si por humanitario se entiende complacer a la conciencia atribulada del Ministro de Interior, pues sí nos alegramos de que esta mañana él se haya sentido mejor. Lástima que no suceda así con el resto del género humano.
Da más tranquilidad esta otra declaración: «El Gobierno debe defender la vida incluso de los que no quieren vivir», ¿será cierto?... Ya veremos qué pasa con la clínica abortista Isadora, quizá cambie el sesgo de la acusación. Por ahora el problema es que se deshicieran de restos humanos como residuos. Ahora, que se deshicieran de seres humanos, hecho que queda fuera de todo cuestionamiento, parece no entrar en el mentado deber de defender la vida, del que ahora, hace alarde el gobierno.
3 comentarios:
Varios comentarios:
1. Es verdad que sin "vindicatio" es imposible la convivencia social.
2. Por eso necesitamos una autoridad que la aplique aunque no le sea agradable hacerlo (como te conté, hay por lo menos una presidenta en el mundo que ha invitado a autoridades extranjeras -precisamente europeas- a investigar sobre los delincuentes de su propio país, sorprendente, ¿no?)
3. Pero también ¿qué es lo que más necesitan las víctimas? (considerando que la herida más profunda de un delito es la que se hace a sí mismo el propio delincuente).
4. Sin castigo, no sólo las [futuras] víctimas, sino también el delincuente quedan aún más vulnerables (quizá por eso la pena de muerte no sea absolutamente mala moralmente...). Hemos visto todos una pena de muerte recientemente y ¿ha contribuido a remediar algo?
5. Además, como te digo, no tengo mucho derecho a opinar...
Muy bien, AnaCó. Se puede detectar a los indecentes en cuanto empiezan a retorcer el pescuezo a las palabras. Y coincides en la referencia (anti)abortista nada menos que con el Arzobispo de Toledo. Y yo que me apunto.
Muy buenas y precisas todas tus aclaraciones, AnaCó. Y una piensa que las contradicciones del gobierno están demostrando un cinismo, un desprecio hacia las víctimas y hacia la gente decente que no ya puede resistirse más.
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