A veces se confirma la sabiduría del refranero: "En casa de herrero, cuchillo de palo". En uno de los despachos del pasillo que recorro todas las mañanas, el de la Cátedra Félix Huarte, se viene cociendo desde hace meses un congreso sobre la pintura de William Congdon y el expresionismo abstracto. Y yo apenas me entero hoy. Al menos no he llegado al humo de las velas, y -por si a alguno de los que pasa por aquí le interesa-, paso la voz.
lunes, 26 de marzo de 2007
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