martes, 15 de mayo de 2007

Il cuore di Milano

"Circumdabant eam flores rosarum" reza la inscripción de una estatua de la Madonna. Dentro y fuera del Duomo circundan flores y gracias inimaginables para los flashes y las cámaras digitales de última generación. Esa clase de flores no reverberan como las velas alargadas a los pies de un Crucificado muerto y sereno, joven y apuesto, de facciones tan finas que el escultor no quiso ocultarlas detras de una barba poblada. Un Cristo limpio. Y debajo, un jardín de luciérnagas tintineantes que brillan para Él. Flores y gracias que no se oyen entre los murmullos de los turistas y los cliks de los obturadores. Algunas veces, se escapan y aparecen discretas como cuentas de rosarios: entre los turistas hay muchos que van deshojando pétalos uno a uno, yo me encontré a varios, rezando y releyendo su historia en los vitrales.

Hace años el Duomo estaba triste por fuera . Era un edificio oscuro y opaco, y no precisamente por venir de la Edad Media como reza la leyenda (negra), sino por los desmanes de la vida moderna. Ahora luce un color nuevo. La piedra restaurada ha quedado tan limpia como la piel joven del Cristo imberbe. Ver así la catedral me ha recordado la promesa de la tierra nueva. Si las piedras resplandecen de este modo cuando los hombres se empeñan en darles brillo y en rescatar su original esplendor, ¡cómo será cuando Dios restaure definitivamente la ontología del mundo!

9 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Qué será... Gracias al arte podemos vislumbrarlo. Precioso cuore, gracias.

Jesús Beades dijo...

¡Hermoso, poderoso texto! (guárdalo)

María dijo...

¡¡¡qué bonito!!! me han entrado unas ganas locas de ir a verlo y de discutirlo!!!

Corina Dávalos dijo...

Pues, venga, venga, María. ¿De qué quieres hablar?

María dijo...

Me gusta mucho tu última frase "¡cómo será cuando Dios restaure definitivamente la ontología del mundo!". Además de gustarme (y aunque suene un pelín cursi) a mi me da como esperanza... pero cómo me cuesta eso de la ontología!! ¿eres filósofa?

Corina Dávalos dijo...

A mí no me suena cursi, me suena acertado, porque la esperanza es precisamente el primer efecto de la confianza en la promesa hecha con veracidad (Dios es el único que no puede engañarse ni engañarnos.) De modo que de cursi,nada. Y sí hija, sí. He estudiado filosofía y ser, lo que se dice ser -ya que andamos con ontologías- soy aprendiz de filósofa.
¡Saludos!

María dijo...

Pues qué envidia!! Yo siempre he querido ser aprendiz de filósofa también!, pero me quedé en el periodismo... que, todo hay que decirlo, no está nada mal!! (el ejercicio de la profesión, porque la carrera...)

Corina Dávalos dijo...

Te podrías haber venido a mi universidad que hay una doble de periodismo y filosofía...pero claro, no tendrías las ventajas de vivir en la capital;)

María dijo...

jajaja... pues no se si sobreviviría sin esas "ventajas"... De todas formas, aunque no haya estudiado filosofía me gusta discutir, en el sentido filosófico de la palabra!!, sobre la vida y sus porqués ;) Espero que a ti también te guste! jejeje

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