viernes, 25 de mayo de 2007

Nombres

Ayer por tercera vez entregamos los certificados del Taller de Escritura Creativa. El marco: cortinones granates, techos altos de vigas nobles y reposteros de alta alcurnia académica del Aula Magna de la Universidad. El público daba el toque de frescura a la tarde cálida y reconcentrada que presagiaba tormenta. Chavales de plataformas gigantes, camiseta de Los Beatles, barbas de pirata con melenas recogidas en una coleta, señoras elegantes, señores de chaqueta, es decir, mucha gente muy normal. Todos allí reunidos por la literatura, ya sea escrita, leída o soñada. Durante el acto estaba prevista la entrega de certificados a los alumnos del taller, el falo del Concurso de relato Corto, una pequeña arenga de fervor literario a cargo de Julia Fernández y, como otros años, la conferencia de un autor de renombre. El escritor invitado de este año era Felipe Benítez Reyes.

Yo, debo confesar, tengo poco tiempo para leer y mucha laguna que rellenar, así que la literatura española contemporánea me queda lejos por estar tan cerca. Es decir, no había leído de Benítez reyes nada más que algún relato breve y algún artículo. Resulta que él, como es natural, en su conferencia nos habló de su último libro, Mercado de Espejismos, y la librería universitaria aprovechó, como también es natural, para colocar un stand con libros para propiciar un feliz y libre encuentro entre la oferta y la demanda.

Yo me había dejado el monedero en casa y a la salida del acto, en el momento de las firmas, yo conversaba con mis amigas encantada y ajena al fenómeno de la popularidad post conferencia. Al ver la cola un poco magra que se había formado, un profesor siempre magnánimo cogió dos ejemplares de la novela del Nadal y nos lo dio a J. y a mí para que nos lo firmara. Al grito amable de "¡venga, yo pago!" (que dicho por un catalán tiene doble mérito) me acerqué a la fila para el autógrafo.

-Muchas gracias por su conferencia -le digo.
- Nada, ¿tu nombre?
- Corina
Se me queda mirando como con cara de extrañeza,
-¿Así te llamas?
Yo pensando: "a estamos otra vez con la gracia del nombre raro. Y además, como en el acto J. me había mencionado como AnaCó, pensé que había razones para el desconcierto y, como excusándome, le digo: -Bueno, la gente me llama AnaCó, pero el nombre completo, blablabla...Y entre bla y bla, él seguía mirando con cara de "quilla no te está enterando de ná."
-Corina es la protagonista del libro -dice con una media sonrisa
-¿Cómo?
-Que así se llama la protagonista.
-¿En serio, pero qué gracia...?
Y mientras iba pronunciando cada sílaba pensaba, anda que has quedado estupendamente, ahora ya sabe que del libro no has leído ni la solapa.

Él terminó de firmar y se despidió con una
amable sonrisa .

Después de que se me pasara un poco el bochorno por la metedura de pata, abro el libro y veo que efectivamente Tía Corina aparece por todas partes. Mi amiga S. -que sí se lo había leído- me tranquilizó diciendo que la señora en cuestión es encantadora, salvo por la afición al casino de los jueves por la tarde, la borrachera monumental de los jueves por la noche, y el letargo total de los viernes, para pasar la moña visperal.

Si al final es posible que acabe leyéndolo. Por ahora sólo he leído entera la dedicatoria: Para Corina que encontrará una tocaya dentro de este libro, con la amistad de Felipe Benítez Reyes.

5 comentarios:

Adaldrida dijo...

Ay, Corina!

María dijo...

Qué bonita coincidencia no?
Yo, la verdad es que no suelo hablar con escritores (mi universidad casi no organiza actos interesantes, o yo no se encontrarlos) y nunca me habían presentado a la protagonista de un libro que se llamara como yo (mira que es fácil)... y haciendo un repaso rápido... creo que no recuerdo ninguna protagonista llamada María... Puede ser por dos cosas: porque nunca me acuerdo de los nombres de los protagonistas, o porque sea un nombre tan común (iba a decir corriente pero a mi me encanta) que ningún escritor se atreve a ponérselo a su protagonista. Lo proximo que escriba tendrá como protagonista a una María... asi más gente se identificará con mi personaje!

Anónimo dijo...

¡Ay qué cosas te pasan! A mí Benitez Reyes no me gusta. Encuentro su poesía de la experiencia noctámbula y trasnochadora un poco pobre. He de decir que hace tiempo que no leo al paisano gaditano. Y en prosa no he leído nada,honradamente.

Jesús Beades dijo...

La verdad es que Felipe es muy buena gente.

Corina Dávalos dijo...

Venga María, cuando lo escribas quiero leerlo, ¡eh! Yo la verdad no me puedo quejar, este año he conocido a gente muy interesante, para empezar todos los vecinos de este blogg que se abrió...(¡mañana hará un año!)

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