domingo, 11 de noviembre de 2007

Rectificación

Esta mañana he descubierto, con horror, que he filtrado un bulo sin pestañear apenas. Si recordáis, hace unos días, hablaba yo de que por un despiste, una grúa había quedado sepultada en la nueva estación de autobuses de Pamplona. Y eso no es todo. Añadía además que, para sacarla, tendrían que taladrar parte de las obras que tanto ha costado terminar. Esta mañana, a instancias de un buen columnista amigo mío, que acostumbra a contrastar la información que publica, he ido a cerciorarme del dato. Y lo cierto es que dentro de la estación sólo hay una bonita exposición de autobuses de época y muchos curiosos que van a conocer la nueva estación.


El que no se consuela es porque no quiere, como dirían los Les Luthiers, "no soy un completo inútil, al menos sirvo de mal ejemplo". En primer lugar para mí misma. Aquellos sólidos principios que aprendí en la carrera de periodismo siguen en pie, también cuando escribo como blogger: contrastar la información siempre, al menos con 3 fuentes distintas. Cosa que no hice antes de publicar la dichosa entrada. En segundo lugar para todos los que pasan por aquí y tienen un blog, o boca, simplemente. La veracidad es una especie en constante peligro de extinción, tanto en cotos privados como públicos. De modo que cada uno tiene que poner su granito de arena para que los veraces crezcan y se reproduzcan mucho más que los rapaces. Yo con esta rectificación pongo el mío. Y que me perdonen los de Greenpeace. Y el ayuntamiento de Pamplona, y a constructora, y mis lectores, y mi amigo el columnista...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En la facultad también te enseñan el derecho de rectificación y ya ves que aunque muchos lo ejercen casi nadie lo ejecuta. Esto también es un buen ejemplo, querida Anacó.

Coni Danegger dijo...

Gracias por rectificar. Hubiera sido más fácil eliminar la entrada, como es evidente.

Me recordaste una cita que releí hace poco en un libro de psicología: "Callar, y borrar, suprimir, cancelar, y haber callado ya antes: es la gran aspiración imposible del mundo y por eso se quedan tan cortos los sucedáneos, y resulta tan pueril retirar lo dicho y retractarse tan vacuo" (Javier Marías, Tu rostro mañana, 2002,p. 29). No me parece que sea vacuo retractarse, recomenzar, confiar en que los demás te comprenderán.

Anónimo dijo...

Pero, mujer, es que lo de la grúa era un poco surrealista. Ya sé que en España cabe esperar de todo, pero sonaba curioso. En todo caso, me sumo a los agradecimientos, te felicito por tu honestidad y te invito a que me invites un día a conocer la, a partir de ahora, "Universidad de la Grúa" ;).

Corina Dávalos dijo...

Gracias a mis compresivas/os lectoras/es. Yo no estoy de acuerdo con Marías. La vida es un constante corregirse. Co-regir, es decir gobernar lo que se dice y se hace contando siempre con otras intancias: la realidad, la mirada de los demás y fundamental: la mirada de Dios. Así es más fácil acertar siempre, incluso cuando uno se equivoca.

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