miércoles, 5 de marzo de 2008

¡Nieves!

El domingo volvían tres amigas mías encantadas de haberse encontrado un pastor durante su paseo por Gazolaz. El buen hombre vaticinió nieves para el miércoles, y en efecto. Hubo incluso tormenta de rayos y truenos, copos grandes, agua-nieve, lluvia pura... y dura. Las bolitas de granizo que quedaban en los charcos daba la impresión de que en el Olimpo se les había derramado la sopa del banquete de Zeus.
Todo quedó bien arropado bajo el abrigo blanco de la nieve durante unas horas. Esta mañana seguía nevando, pero enseguida ha salido el sol y la nieve se ha evaporado. Así es esta ciudad. Y así nos gusta con su modo de ser, un tanto anárquico. No deja de ser un regalo la mezcla de los almendros en flor, con su rosa pálido, sobre un fondo blanco de campo nevado. Navarra, ir es volver... empapado.


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