Vienen los días santos, este año, con indisimulada premura . Como la primavera, que también se ha abalanzado muy pronto sobre los almendros. A pesar de todo, esta semana anuncian nieve. No sabremos, por la mañana, si el rocío blanco de los parques son los copos o las copas
----------------de los árboles que se despojan de sus pétalos brillantes.
En estos días nos encaminamos hacia el final del viaje, los cuarenta días de la Cuaresma, del invierno y la ceniza. Los patos vuelven al norte, los veo cruzar el cielo cada día, con su vuelo ágil y rasante, desde mi puesto en la Ciudadela.
Me gusta seguirles con la mirada y volver después al sur. Allí -parece- que acabará este año mi viaje cuaresmal, entre lirios y claveles, saetas y cirios. Yo tampoco disimulo la alegría de volver a Sevilla, y me entran las prisas de llegar a los días santos, como la primavera, a destiempo y engalanada. Y escuchar a la ciudad, seguir sus pasos, mirar su reflejo en el agua. Y tantas cosas que suceden en silencio, cuando sale la Virgen y al ritmo de tambores de Triana, se le van secando las lágrimas. Es tal el consuelo que recibe, es tan honda la esperanza, que la Virgen en Sevilla, mientras espera al Domingo, en brazos de sus hijos, baila.
----------------de los árboles que se despojan de sus pétalos brillantes.
En estos días nos encaminamos hacia el final del viaje, los cuarenta días de la Cuaresma, del invierno y la ceniza. Los patos vuelven al norte, los veo cruzar el cielo cada día, con su vuelo ágil y rasante, desde mi puesto en la Ciudadela.
Me gusta seguirles con la mirada y volver después al sur. Allí -parece- que acabará este año mi viaje cuaresmal, entre lirios y claveles, saetas y cirios. Yo tampoco disimulo la alegría de volver a Sevilla, y me entran las prisas de llegar a los días santos, como la primavera, a destiempo y engalanada. Y escuchar a la ciudad, seguir sus pasos, mirar su reflejo en el agua. Y tantas cosas que suceden en silencio, cuando sale la Virgen y al ritmo de tambores de Triana, se le van secando las lágrimas. Es tal el consuelo que recibe, es tan honda la esperanza, que la Virgen en Sevilla, mientras espera al Domingo, en brazos de sus hijos, baila.
14 comentarios:
oye!!que vienes en Semana Santa??
Parece que sí, todavía no es 100% seguro...pero tiene pinta de que sí. ¿Te veré colándote en medio de una bulla?
¡Por supuesto!¿lo dudabas?jeje..
Bueno y tu detrás,no?Yo soy la que va abriendo paso,te parece?
Hace unas semanas leí que dejabas el blog un tiempo, ¿o me confundo? Y hoy veo tu enlace y vuelvo a visitarte, aunque esta vez a cara descubierta, para darte las gracias
¡Vaya sorpresa! Y eso que no llegué a decirte dónde había que firmar.
Eso dije Paco, se me sigue yendo la fuerza por la boca. Las gracias a ti por abrir un blog y por meter el gusanillo de la escritura a tus alumnos;yo si que puedo fardar de que Paco Sánchez me ha dado clase.
Cris, ya ves, sin firma ni ná. Estoy que no veo el día...
Quéééé bueno...
Y no me dijiste nada por teléfono...
Es que el sábado no tenía idea de que había un viaje a Sevilla en ciernes, me enteré el domingo. Aunque todavía no es del todo seguro, yo ya estoy entre bambalinas, plegarias, marchas y saetas.
Bueno, y no faltarán las fantas de naranja, espero...
¿Y cuándo exactamente tendremos el honor?
¡Honor el mío!, que me reciba Sevilla, y sus habitantes, claro...
Llegaría allí el miércoles por la noche, aunque yo de buena gana me iba antes, pero creo que conduzco yo así que nada. Me imagino que volveremos el lunes de Pascua. ¿Tú estarás?
Otro año, ¡a Salta!
Estaré, así que prepárate para unos churros en el puente de Triana.
¡Preparada!
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