1. Salgo de casa con un maleta de ruedas a rastras, para devolver los libros que saqué de la biblioteca en navidades y que en su mayoría no leí. También llevo -cómo no- el ordenador, el bolso, la carpeta.
2. Cerca de la marquesina del autobús y caigo en que me he dejado los guantes (el termómetro marca -4) y después vuelvo caer en que me he dejado el guante, porque uno se lo llevó el 2008 (vaya usted a saber a dónde).
3. Llego a la marquesina del autobús y me acuerdo de que no me acordé de rellenar la tarjeta del bonobus. Y recuerdo también que en el monedero -¡oh, crisis de previsión!- no llevo sino calderilla.
4. Saco el monedero y empiezo a rascar entre monedas de 1, 2 y 5 céntimos, a ver si llego al euro. Cuento dos veces. No llego.
5. Dilema: voy cargada como un camello, hace frío, llego justa -por no decir tarde-, no tengo dinero, pero tengo mucha cara y hay aquí dos señoras también con mucha cara... de buena gente.
6. Pongo cara de no tener cara dura sino más bien todo lo contrario y...
- ¿Me deja treinta céntimos por favor?...
7. Se sorprende. Yo no me sorprendo nada de que se sorprenda, claro. No doy el perfil de yonki indigente... pero me deja los 0,30 cent. (ya digo que eran buena gente).
8. Luego lanza una parrafada en vasco con la otra señora y yo claro no me entero de nada... Se suben a la 2 que pasa en ese momento y me despido con un "gracias" emocionado y ella me sonríe. Yo también le sonrío. Parece un anuncio de Nescafé...
9. Me subo, tan contentica, al autobús.
-Perdone, que le dé tanto suelto, está justo...
-¿Seguro, 1.10€?
- ¿Uno con diez!(os imagináis mi cara...)
- Ha subido desde 2009
- Pues no tengo...
10. Me veo por momentos repitiendo la operación mendigo... pero entre refunfuños, me espeta el conductor:
-Venga, sube... Por esta vez solamente, ¡eh!
Hay días en que es mucho más evidente, que lo mejor de uno son los demás.
2. Cerca de la marquesina del autobús y caigo en que me he dejado los guantes (el termómetro marca -4) y después vuelvo caer en que me he dejado el guante, porque uno se lo llevó el 2008 (vaya usted a saber a dónde).
3. Llego a la marquesina del autobús y me acuerdo de que no me acordé de rellenar la tarjeta del bonobus. Y recuerdo también que en el monedero -¡oh, crisis de previsión!- no llevo sino calderilla.
4. Saco el monedero y empiezo a rascar entre monedas de 1, 2 y 5 céntimos, a ver si llego al euro. Cuento dos veces. No llego.
5. Dilema: voy cargada como un camello, hace frío, llego justa -por no decir tarde-, no tengo dinero, pero tengo mucha cara y hay aquí dos señoras también con mucha cara... de buena gente.
6. Pongo cara de no tener cara dura sino más bien todo lo contrario y...
- ¿Me deja treinta céntimos por favor?...
7. Se sorprende. Yo no me sorprendo nada de que se sorprenda, claro. No doy el perfil de yonki indigente... pero me deja los 0,30 cent. (ya digo que eran buena gente).
8. Luego lanza una parrafada en vasco con la otra señora y yo claro no me entero de nada... Se suben a la 2 que pasa en ese momento y me despido con un "gracias" emocionado y ella me sonríe. Yo también le sonrío. Parece un anuncio de Nescafé...
9. Me subo, tan contentica, al autobús.
-Perdone, que le dé tanto suelto, está justo...
-¿Seguro, 1.10€?
- ¿Uno con diez!(os imagináis mi cara...)
- Ha subido desde 2009
- Pues no tengo...
10. Me veo por momentos repitiendo la operación mendigo... pero entre refunfuños, me espeta el conductor:
-Venga, sube... Por esta vez solamente, ¡eh!
Hay días en que es mucho más evidente, que lo mejor de uno son los demás.
8 comentarios:
No sé por qué pero he visto a Mafalda en cada una de las líneas.
¡Feliz año, Colina! Y hasta pronto, i hope.
El final no es ya una media verónica sino una estocada en todo lo alto. Se ve que con el año hemos cambiado de tercio.
¡Genial!
Feliz año y que el 2009 te devuelva, al menos, el guante perdido.
Que sepas que esta historieta se parece mucho a las mías.
Las vueltas siempre son duras, pero con estas reflexiones se hacen hasta apretecedoras.
¡Ánimo con el inicio!
Creo que con esos ojitos lo de mendigar no se te da nada mal. =)
¿qué tal va nuestro querido amigo Ricoeur? Ánimo
¡Castri! A ver si cae esa cervecita más pronto que tarde...
Enrique, gracias por seguir en la línea de la metáfora taurina, que anima el doble.
Néstor, Feliz año también, creo que 2009 me traerá otro par en rebajas, porque el guante no creo que vuelva.
Mi querida Molinos, bien vista la influencia, no lo niego.
Raquel, ánimo a tí con los exámenes, con el frío que hace también se hacen "apetecedores".
Anónimo, por favor identifíquese. Gracias por los ánimos.
Ufff...vaya comienzo de día! espero que el resto haya estado mejor. Imagino lo mal que lo pasate en el minuto, pero leído ahora, me dio mucha risa.
Saludos y ojalá hayes el guante, porque a los fríos pamplonicas les queda para rato.
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