domingo, 31 de mayo de 2009

Pentecostés

"We didn't start the fire" cantaba Billy Joel en los 80. Y Paul Ricoeur con su intrincada agudeza lo corrobora a su manera. Al analizar el relato del Génesis en el que se cuenta cómo irrumpió el mal en el mundo, Ricoeur apunta a la serpiente como el símbolo del mal que no originó el hombre, sino que ya estaba allí. Los primeros que sucumbieron no encendieron la hoguera, sólo se ocuparon de propagar el fuego. Hoy la Iglesia celebra la irrupción de otro Fuego, una Llama que consume esa flama destructora de la que cada generación es protagonista y testigo. No, no comenzamos el incendio, pero ahí están de nuevo: North Corea, South Corea y tantas cosas más...

Queda la tarea de la lluvia, multiplicar las gotas, esparcir el agua como una suave brisa. Como las notas de la guitarra que acaricia Knopfler, como las palabras que acercan el paraíso.



Dire Straits (Mark Knopfler), Brothers in Arms.

4 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Gracias mil por el ensalce, quiero decir, por el enlace.

Marta dijo...

HUGE Knopfler!

Corina Dávalos dijo...

Gracias a ti por la entrada. Y Marta...tenemos que conseguir una velada de guitarra y copa en el puerto YA!

Castri dijo...

Colina... ya estás tardando en ponerle fecha al plan... Quiero datos concretos ¡YA! :P

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