sábado, 19 de septiembre de 2009

Resistencias

Siempre igual. Mientras dura el verano me resisto a la llegada del frío. La lluvia pertinaz de Pamplona, más que triste, me pone de mal humor. El slogan turístico de esta tierra dice algo así como: "Navarra, ir es volver". Pues a finales de septiembre ir por Pamplona es volver con los zapatos mojados y el pelo revuelto y electrizado. Y aunque me resisto a la lluvia y al frío, siempre igual, llega el otoño y con el viento vienen recuerdos de mi infancia en la sierra: la chimenea y el frío húmedo de las sábanas, los pijamas de patucos y la calidez que iba llegando poco a poco tras hacerme un ovillo y esconderme bajo el peso de las mantas. ¿Nostalgia?, tal vez. Y a pesar de mis resistencias, llega la noche, abro un poco la ventana y me duermo con una sonrisa, aprisionada por las mantas recién rescatadas. ¿Nostalgia? No lo sé, los recuerdos quedan lejos, pero la alegría, la misma de entonces, sigue rondando muy cerca.

2 comentarios:

Castri dijo...

Los buenos recuerdos, trincheras y barricadas para la resistencia -especialmente necesaria en Pamplona ¡je- :)

Adaldrida dijo...

qué bueno ese revival del invierno infantil...

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