martes, 29 de diciembre de 2009

Manías

A pesar de lo lento que avanza y la incertidumbre acerca del día en que por fin escribiré la última página, disfruto muchas veces de la elaboración de la tesis, del estudio y el esfuerzo de escribir. Poco a poco voy consiguiendo aliviarla de un peso con la que yo misma la he cargado. Me he repetido tantas veces que hacer una tesis es odioso que he acabado por creérmelo al pie de la letra. Y ahora procuro no hacerle más esa injusticia. Como todo, tiene etapas francamente insoportables. Pero, eso, como todo. Hace poco me di cuenta que es algo que hacemos con frecuencia los hombres y las mujeres, quizá por pereza mental. Lo recoge Virginia Woolf en uno de esos pensamientos efímeros, que van y vienen a velocidad de vértigo por la cabeza de Mrs. Dalloway:
Porque no se aborrecía a la señorita Kilman, sino la idea de la señorita Kilman, en la que indudablemente se acumulaban muchas cosas que no eran ya la señorita Kilman, convirtiéndose en uno de esos espectros que se montan a horcajadas sobre nosotros y nos chupan la sangre, dominadores y tiránicos (...)
Y con eso se me ocurre un propósito para año nuevo, que coincide en cierto modo con un buen consejo de San Pablo. "examinadlo todo, quedaos con lo bueno"(1Tes. 5,16-22). El propósito sería, en este caso, reexaminarlo todo; seguro que incluso en aquellas cosas a las que les he cogido manía, vuelvo a encontrar ese olvidado lado amable.

1 comentario:

Libros Gratis dijo...

Todo tiene un "lado amable" como bien dices, aunque debo coincidir en el odio por hacer tesis... Lo mejor es no pensar que es una presión, sino tratar de buscarle la vuelta para que el tema nos interese realmente.

Lo mismo se puede emplear para cualquier cosilla que emprendamos en nuestra vida...

Saludos y los mejores deseos para ti y todos los lectores de un gran Año Nuevo!

Marcelo Ferrando

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