El cielo es hoy una nube plomiza
compacta y ancha sobre el horizonte.
Pero, recuerdo el cielo como era:
azul, besando al mar
y un sol que no deslumbra, y la brisa
llevándose la arena de la playa
como a una enamorada de la mano.
El alma también tiene sus galernas,
sus días grises y sus marejadas.
No lejos de la costa flota un ángel
que salva del naufragio a quien lo mira.
Su rostro son cien rostros, quince,uno.
El número es del todo indiferente,
su gesto pone a salvo a quien lo mira:
el ángel que sonríe a los ahogados.
viernes, 11 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cocinando
Hoy he querido caramelizar unas nueces y se han quemado. Cada vez me gusta más la cocina, sobre todo porque allí no hay engaño posible. Cada...
-
A las 10.55 de la mañana salí de mi despacho. Ese despacho de ventanales amplios de los que hablaba el otro día , cuando no imaginaba el asp...
-
En un instante de magia desciende un verso y lo escribo. No sé yo decir qué pasa... si busco, logro o mendigo.
-
De la conferencia que la escritora Reyes Calderón dio durante el acto de entrega de premios del concurso de Relato Corto de la Universidad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario