lunes, 29 de enero de 2007

De vocación: poeta

Estos días estoy leyendo las Cartas a un Joven Poeta, de Rilke. Diez cartas que recogen la correspondencia entre un poeta en ciernes y el poeta consagrado. Aquí no se habla de cómo escribir poemas. Tampoco se despliegan los versos -como los anuncios de clínicas de adelgazamiento-: ¡fíjese cómo era antes y cómo quedó después! Es mucho mejor que eso. Son reflexiones acerca de la vocación poética. El aprendiz pregunta si su poemas son buenos y Rilke no le habla del poema sino del poeta. Lo enfrenta consigo mismo. Eso es lo que hace un buen maestro o un buen amigo: enfrentar a cada uno con su misión, con las voces que hablan desde dentro para decirle a cada cual: quién eres, quién estás llamado a ser. Y después, según sea la respuesta, el buen maestro, o el amigo, en cuanto está en su mano, también acompaña y guía. Os dejo el fragmento en cuestión, que merece la pena, aunque resulte algo largo para un lunes.

"Pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí. Antes lo ha preguntado a otros. Los envía a revistas. Los compara con otros poemas, se inquieta cuando ciertas editoriales rechazan sus intentos. Ahora (ya que me ha autorizado a aconsejarle), ahora le pido que deje todo esto. Usted mira hacia fuera y precisamente esto, en este momento no le es lícito. Nadie puede aconsejarle ni ayudarle, nadie. Solo hay un medio. Entre en sí mismo. Investigue el fundamento de lo que usted llama escribir; compruebe si está enraizado en lo más profundo de su corazón; confiésese a sí mismo si se moriría irremisiblemente en el caso de que se le impidiera escribir. Sobre todo, pregúntese en la hora más callada de su noche: ¿Debo escribir? Excave en sí mismo en busca de una respuesta que venga de lo profundo. Y si de allí recibiera una respuesta afirmativa, se le fuera permitido responder a esta pregunta con un fuerte y sencillo "debo", construya su vida en función de tal necesidad; su vida, incluso en las horas más indiferentes e insignificantes, ha de ser un signo y un testimonio de ese impulso. Después, aproxímese a la naturaleza e intente decir como el primer hombre qué ve y experimenta, qué ama y pierde."


Rainer María Rilke, Cartas a un Joven Poeta, Carta I.

10 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Espléndido recordatorio, incluso para un lunes. Gracias.

Coni Danegger dijo...

Que tal si te linkeo? Muchas gracias por adelantarte a escribir sobre este imprescindible!

Adaldrida dijo...

Joé, Ana Co, no sé por qué nunca he leído a Rilke. ¡Gracias!
Lo de escudriñar en la vocación poética yo lo asimilo a José Julio Cabanillas, ¿lo has leído? Si no es así, ¿a qué esperas? (Quizás a que te regale yo el primer libro,eh?) Fue él quien me dijo que yo tenía vocación poética.

Corina Dávalos dijo...

Me alegra que os guste. De Cabanillas sé poco, Ro, he leído algunos poemas que recoge Enrique Baltanás en su Antología de Poetas Andaluces (en la que estás también tú y Enrique. por cierto) ¿Qué libro suyo me recomiendas? Seguro que andará por aquí, así cuidamos tu bolsillo, que ya habrá ocasión de derrochar...una buena comida poética en Maricheli, por ejemplo...¡qué ganas!

Adaldrida dijo...

¡Todos! Pero, pa empezar, su último poemario, Los que devuelve el mar (en Pre-textos), y su novela, Benzelá, en la misma editorial.

Corina Dávalos dijo...

Pues, allá que voy, a ver que nos trae el mar...

Inma dijo...

Magnífico fragmento, AnaCó. Es curioso cómo cambian los textos a lo largo de la vida. Lo leí hace años -en esa edad vanidosa sin duda- y pensé: ¡Pues claro, qué pregunta, claro que DEBO escribir!
Ay, qué pena, lo que es la vida... creo que si ahora cada noche me lo preguntara respondería en negativo.
Gracias por traerlo, me encanta [a pesar de todo].

Corina Dávalos dijo...

El debo de la vanidad y de la necesidad (auténtica) dicen lo mismo pero con tonos distintos. Creo que, afortunadamente,tú escuchas al debo de la necesidad y continuas escribiendo. Si no, no andaríamos envueltas en tanta retahíla. ¡Yo celebro que sea así!

Anónimo dijo...

Yo estoy leyendo ahora Mitsou. Historia de un gato, una preciosa narración en dibujos de Balthus introducida por Rilke, seguida de "Cartas a un joven pintor" [de Rilke a Balthus]. Muy recomendable: www.artemisaediciones.com

Corina Dávalos dijo...

Gracias por el dato!

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