miércoles, 7 de febrero de 2007

A régimen

Mi director técnico me ha puesto a régimen: 500 palabras diarias cada día, hasta completar 25.000. Con ese volumen, parece que el trabajo de investigación quedará de buen ver y lucirá un grosor digno para el tribunal que tenga que habérselas con él. Total, que me encuentro con que mi tesis, además de hablar de la moda, tendrá que ceñirse al estilo de vida de las modelos de pasarela.

Al menos me siento solidaria con mis amigas, ellas también tienen régimen -de calorías-, pero en lugar de sumar, restan, 500 gramos diarios a su ejemplar para llegar a verano y caber en el traje para la boda de la amiga, del primo, o del hermano. El fin es el mismo, que además de ser bueno, el ejemplar quede bonito y bien encuadernado. Con este plan, ellas andan un poco desconsoladas. Yo les digo que el truco de las dietas no está sólo en el menú hipocalórico. Hay que ser optimista y no pensar en la privación. Para que un régimen funcione el dietista de turno ha de tener picardía e inducir al paciente en un cierto síndrome de Estocolmo.

Mi D.T., que anda sobrado de destrezas de mano izquierda, ha acertado una vez más conmigo, y en lugar de prohibirme distracciones, se adelanta y me las pone de anzuelo. Al ver mi cara de horror ante el menú previsto para las próximas 22 semanas, comprensivo él, me dice para consolarme: "No es para tanto, AnaCó, piensa que cada día tienes que escribir una entrada para tu tesina". Y salgo de su despacho dando saltitos, convencida de que ahora ya no tengo que dedicarme a escribir un arduo trabajo de investigación, sino que -sencillamente- tengo que abrir otro blog. Hay que ver, qué de psicología sabe mi director, y a qué grado está llegando mi nivel de adicción.

6 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Me apunto a los dos regímenes: el hipercalóricoliterario y el ayhipocalórico. A ver...

Inma dijo...

¡Buena idea, la de tu D.T! El mío, que no anda por los mundos cibernéticos como nosotras ni está al día con esto de los regímenes, creo que más bien me diría: "Imagínate que cada día tienes que escribir una crónica para Revista de Occidente", o algo así. ¡Ay!

Corina Dávalos dijo...

Yo al literario me apunto por necesidad y de buen grado, el otro se lo dejo a mis amigas, que prefiero equilibrar la balanza con un poco de deporte. Y reconozco Inma, que mi DT está muy puesto en estas cosas, pero no me digas que lo de publicar en Revista de Occidente también tiene su encanto...la vieja gloria del pensamiento español. yo tiro bastante de ella, en su momento hicieron buenas traducciones de Simmel. ¡Mucho ánimo!

Anónimo dijo...

¿500? Una buena cifra, ¿no? Pues a por ellas ;)

E. G-Máiquez dijo...

Guasa se gasta el anónimo.
:]

Corina Dávalos dijo...

Desde luego...%)

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