De vez en cuando los filósofos dicen alguna frase inteligible, digerible e incluso verdadera. Sobre la memoria decía Schopenhauer que "cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa." Parece un buen sistema de navegación para discernir lo que de verdad nos importa de lo que nos importa un pepino. Y modificar el rumbo del crucero, claro, si se nos ha vuelto loco el GPS.
Y no es por nada, pero se acerca el 14 de febrero y a más de un novio o marido se le puede pasar la fecha. Que aunque sea de esos días propuestos por el Corte Inglés, a las mujeres y novias eso poco les importa, y bien que se alegran ante un buen ramo de rosas.
4 comentarios:
Me gusta tu estrategia de venta. Yo te compro una rosa ecuatoriana, lo prometí (bueno, 3) y la palabra dada es lo que se lleva por estas tierras.
Jacin
No es estrategia, que el target es bien distinto.Es que estoy sensible con el tema de las flores, eso sí lo reconozco. Abrazos!
"Anacó" es el nombre de una flor ecuatorial, de colores vistosos, un tanto tímida, agradable al tacto, difícil de encontrar, de fragancia insólita. Al menos, en mi cabeza.
Vaya, yo de flores, salvo de rosas, no entiendo mucho. No sabía de esa flor, nunca he visto una AnaCó, salvo en el espejo. Bienvenido, Juan Luis de Soria
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