viernes, 10 de agosto de 2007

De vuelta

Después de un mes en el Levante feliz vuelvo a Pamplona con su horario laboral (un "levante" menos feliz), al aire acondicionado natural del viento norte, y a los huertos de la tesis que son un poco distintos de los huertos de naranjos que se veían desde mi habitación. No es que quiera volver al pedal de siempre, pero las ausencias me persiguen con matices diferentes.

Si se trata de recordar el otoño alemán con sus tonos dorados salta esa palabra: Heimweh, dolor de la tierra; con Sevilla y su Semana Santa los tonos se visten de morado nazareno y aflora esa palabra sin pensarla siquiera, con toda su gracia y su salero: sevillanía. Pero la ausencia del Levante, de Valencia, sus paisajes y sus gentes no se puede describir como nostalgia o melancolía, ni tampoco le va bien morriña, ni saudade. Si los recuerdos son luminosos, no admiten una palabra que suene a lluvia. De Valencia me queda añoranza, parece una tontería pero esa palabra me suena mejor, me suena a que volveré algún otro año, me suena a esperanza.

Pd: Y ya que estamos con el tema, os agradezco que hayaís venido aquí a pesar de mi prolongada ausencia y que me tiréis de las orejas para que deje de hacer el vago y escriba. Pues nada, aquí estamos otra vez, para seguir con la tertulia de verano.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Añoranza y esperaño. ¡¡Colina, qué bueno tenerte de regresooo!! Aunque te marque de cerca el horario laboral, nos gusta que vuelvas al teclado. ¿Estarás en Pamplona todo agosto? He de ir a finales...

Corina Dávalos dijo...

Estaré, qué remedio, pero si ofreces visita, ya me das una alegría, una cervecita donde siempre...
¿qué tal la oposición?

Coni Danegger dijo...

"En mi memoria sólo encuentro alegrías": es que tienes buena memoria.

Anónimo dijo...

Lo importante es levantarse. Bienvenida.

E. G-Máiquez dijo...

La memoria está a las órdenes del corazón, así que lo tienes que tener saltarín y optimista. Enhorabuena y gracias, por la parte que nos toca.

María dijo...

¡¡que bien que hayas vuelto!! y... ¡¡animo con la "levantada"

Corina Dávalos dijo...

Gracias a todos, ya os echaba de menos, pero creo que ya vale de hablar de ausencias (¿ausencia virtual?)
María ¿qué tal Burundi?, Carlos, Enrique y Constanza, que vengáis por aquí levanta el ánimo y levanta el blogg, así que las gracias ¡a vosotros!

Anónimo dijo...

Heimweh, sevillanía, nostalgia, melancolía, morriña, saudade, añoranza... ¡Ay! Todo se echa de menos! :)

Corina Dávalos dijo...

Sí, mi querida palíndromo, pero lo bueno es que si nos portamos bien, al final de esta vida, todo lo que echamos de menos nos lo echarán de más. ¡Anda que no hay motivos para ir dando saltos de contento! Yo por ahora me conformo con dejar de echar de menos una excursión que tenemos pendiente...;)

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