martes, 9 de octubre de 2007

Post clásico

Un post moderno sería un post deconstructivista, crítico, escéptico, difuminado en fragmentos que, juntos, proyectan una vana ilusión de unidad. Así andamos. Sin propuestas, quejosos, anhelantes. Es de sentido común. Nada en esta vida está completo, la plenitud no es una marca disponible en el mercado del intramundo, ¿y qué? Tenemos una lista interminable (e incompleta) de patologías y vivencias deficitarias. Tras las 10 posibles razones que da Steiner para la tristeza del pensamiento, sigo esperando al menos 20 que den razón de la alegría. Porque si sólo pensamos la cara fea del asunto, oiga, así, digo yo, cualquiera claudica. Difícil facilidad del pensamiento afirmativo. ¿A ver quién encierra en una tesis la razón de la sonrisa de los niños?


*Salimos, vamos saliendo. Un vecino de este patio empieza con un
Tenue elogio de la tristeza, que en realidad es una afirmación de la primacía indiscutible de la alegría. Y en otros patios también se cantan versos esperanzados. ¡Olé, más, más!...


6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Tú!!!

Corina Dávalos dijo...

¡Toma!, que me pones en un compromiso...;)

Anónimo dijo...

Qué buena la foto! Y qué bueno el post! Yo me comprometo con la causa, así que buscaré una de esas 20 razones. Ya sólo te quedan 19! ;)

E. G-Máiquez dijo...

Hala, no me había dado cuenta del enlace. Muchísimas gracias, alegre y alegradora AnaCó.

Maytexe dijo...

Yo tengo la suerte de palpar esta alegría a diario y os aseguro que se contagia al igual que un costipado o los piojos (perdonad la claridad). He visto a los niños estrenar el primer día de cole su mochila de "Los piratas del Caribe" o los estuches con rotus de las Princesitas. Los libros y libretas que huelen a forro recién comprado.
He comprobado esta alegría cuendo he tenido que reñir a una de estas fierecillas y al día siguiente, o después del recreo, te saluda con una alegría y una sonrisa, que te rompe los esquemas del rencor.
Si alguien tiene alguna "posible razón" para la tristeza, que salga a pasear a un parque donde jueguen los niños o acuda a una tienda de juguetes y, creo, se le pasará.
AnaCó, no sé si te he dado otra razón.

Corina Dávalos dijo...

Nos has dado otra razón para el pensamiento y verte por aquí me ha dado a mí no ya una razón para ¡sino directamente una inmensa alegría!

Dejad que los niños se acerquen a Mí

Uno de los sacerdotes que celebra la misa en la parroquia cuida especialmente la liturgia. Acompañado por el monaguillo, un chico de unos 12...