Antes no tenía despacho. Ahora tengo uno a medias y es para mí el rincón más agradable de la universidad. Tiene un ventanal enorme que mira a la explanada de la biblioteca y trabajo con el tibio sol del otoño a mis espaldas. Para descansar la vista tengo las hojas doradas de los plátanos de sombra, jugando con los rayos de sol al contraluz, que me recuerdan a los árboles del memorioso de Borges. Las copas de las 4.30, de las 4.33, de las 5.11, de las 6.23 son distintas: por ellas mismas, por el celaje, por la luz, por las bicicletas, los estudiantes, los paraguas, el viento, las gotas sobre el cristal...
Y por delante más hojas, y en los flancos izquierdo y derecho, más aún. Dos estanterías desbordadas de libros y una mesa de reuniones que reúne seis pilas y media de libros. Y siguen llegando. Cuando comenzaba con la tesis las pilas de libros me amedrentaban. Aquí en cambio me arropan, me esperan, me animan. Me gustaría leerlos todos, saber componerlos, detectar el grosor del papel, la finura de la tinta, los pequeños brocados casi invisibles del tipo de letra que ha marcado la identidad de cada uno.
Se preguntarán si trabajo en algún momento, con tanto paisaje, tanto libro y tanto ensueño. Con tanto otoño de hojarasca en estampida. Pues, ¿qué voy decir? ¡Claro que trabajo! Y lo digo porque es verdad. Y porque, de vez en cuando, mi jefe también lee este blog.
Y por delante más hojas, y en los flancos izquierdo y derecho, más aún. Dos estanterías desbordadas de libros y una mesa de reuniones que reúne seis pilas y media de libros. Y siguen llegando. Cuando comenzaba con la tesis las pilas de libros me amedrentaban. Aquí en cambio me arropan, me esperan, me animan. Me gustaría leerlos todos, saber componerlos, detectar el grosor del papel, la finura de la tinta, los pequeños brocados casi invisibles del tipo de letra que ha marcado la identidad de cada uno.
Se preguntarán si trabajo en algún momento, con tanto paisaje, tanto libro y tanto ensueño. Con tanto otoño de hojarasca en estampida. Pues, ¿qué voy decir? ¡Claro que trabajo! Y lo digo porque es verdad. Y porque, de vez en cuando, mi jefe también lee este blog.
8 comentarios:
No sólo lee este blog, además me lo corrige. Ahí es nada. ¡Muchas gracias!
Gran entrada. El final: la media verónica perfecta, airosa, sin perder la cara.
Gran entrada. El final: la media verónica perfecta, airosa, sin perder la cara.
Gracias Enrique, fundamentalmente por la analogía taurina. Ya me ha levantado el viernes. Ahora voy hacia la mesa como haciendo el paseíllo a ritmo de pasodoble.
Hola!
Que buen blog. Me gusta, he llegado aqui por tu comentario en mi blog.
Pues lo mejor de todo es que ni siquera sé como en el sueño sabía que era Pamplona porque no he estado en mi vida. Misterios.
me pasaré por aqui
Acuerdo. Lo que se ve por ls ventanas forma parte del despacho y te mide el tiempo según las estaciones, como un reloj de sol.
Molinos, ¡Bienvenida! gracias por pasarte. No soy freudiana así que renuncio a interpretar tu clarividencia onírica, jeje. Misterio...
Constanza, me gusta eso del reloj de sol. Especialmente en invierno, cuando alumbra pero no calienta. ¡Abrazos!
Es muy necesaria la campaña contra la pornografia infantil, entre todos podremos conseguir que esto poco a poco se erradique, yo tambien me uní, es algo que nos importa a todos la verdad. No se por que no me deja enviarte el comentario con mi nombre asi que no he tenido mas remedio que enviartelo como "anonimo", aunque te lo firmo al final
por cierto, estamos buscando gente que le interese compartir enlaces para mejorar la posicion en buscadores, te dejo mi email intercambios@Ymail.com
Un saludo, la campaña es un éxito gracias a todos
Jose
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