Los días han volado como el polvo
que quise sacudir de mis zapatos.
La lluvia forma un barro impenetrable
avanzo paso a paso y no distingo
las huellas de otros pies en el sendero.
La luz se vuelve tenue y no atardece,
apenas reconozco ya mis manos.
--under construction--
martes, 24 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Precioso, Corina. Qué buenas imágenes de la ceguera (paradójico, ¿verdad?). Enhorabuena.
Muchas gracias por los ánimos y por sacar la paradoja. ¡Saludos!
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