domingo, 8 de marzo de 2009

Los cuidados de la Benemérita

El hombre del tiempo había anunciado bueno para hoy, pero el tiempo decidió darle esquinazo. Yo andaba necesitada de un paisaje diáfano como fondo para la lectura de Escritores Conversos, así que con un bocadillo, una cerveza fría y un yogur de frutas del bosque, conduje el coche hasta un mirador solitario a las afueras de Cizur Mayor. Y allí estaba yo pacíficamente cuando de repente vi por el retrovisor que se acercaban dos 4x4 de la Guardia Civil. Arranqué el coche para dejarles paso y enseguida empezaron a lanzar guiños con las largas, mientras con la mano me dejaban bien clarito que debía parar. Un agente calvo y regordete se acercaba despacio y con mucha sorna.
-Buenaas, señora... (primera puñalada lo de señora...)
-Buenas agente...
- ¿Todo bien?
- Todo bien...
- Y qué hace por aquí...
(Yo a punto de responderle con un rotundo "y a usted que le importa", pensé que sería mejor no ganarme una denuncia por faltas de respeto a la autoridad.)
- Nada, aquí leyendo, suelo venir a veces... (yo como excusándome.)
-De retido sentimental ¿eh?... ¿qué le pasa, está depre?
Ante semejante pregunta yo trataba de contener -la risa o el improperio, lo que llegara antes. Me empecé a poner colorada, no sé si por la lata de cerveza que asomaba en el asiento de al lado, o por la lata que me estaba dando el agente con sus delicadezas. Eso sí, con sonrisita y todo me pidió la documentación, me sacó del coche y me hizo abrir el maletero.
-Así que viene aquí pa' pensar, ¿eh?
- Bueno, el paisaje es bonito...
-Ya, ya, a pensar...
Ya de vuelta en el coche esperaba que me devolvieran el carné de conducir. Mientras venía la pareja del guardia, el agente calvo y con sorna empezó a exusarse: ya sabe, rutinas, tenemos que asegurarnos...; y yo condescendiente, asintiendo y pensando que no podría aguantar la risa mucho más tiempo. Por fin se acerca el otro agente con el carné y vuelta a empezar.
-¿Todo bien señora? (se me vuelve a quitar la sonrisa con lo de señora)
- ¿Qué?, ¿está triste?...
Y salta el otro con cara de estar muy enterado:
-Nada, nada, ¿no ves que está pensando? Está de retido sentimental...
Me guardé el carné y me orillé para dejarles paso, luego me tomé a sorbitos mi yogur de frutas, derretido y sentimental.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Si esto es "verídico de verdad"... ¡sólo puede pasarte a tiiii!
¿Qué tal todo, Colina? ¡Ganas de verte!

Corina Dávalos dijo...

Verídico de verdad, hija. Qué bochornos pasa una a cuenta del sentido del humor tan agudo que adorna a la Providencia. ¡A ver cuándo me acerco a Bilbo!

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Corina por tu lucidez. Es un placer saludarte aunque sea aquí. Abel y Enrique me habían hablado de ti.
Seguiré visitándote.

Corina Dávalos dijo...

Encantada de conocerte, aunque sea aquí, Javier. Gracias por tu amable visita y por dejarme la puerta abierta a tu blog. También yo te visitaré. ( Y gracias a Abel y a Enrique por acordarse de una bloguera de segunda fila en sus conversaciones.)

Anónimo dijo...

Buen diálogo para una novela, ... Señora. Pero tuve miedo de que el protagonista pasara un rato en la cárcel. ¿Se controló? (Eso sí parece pura ficción.)

Anónimo dijo...

me gusto tu blog no lo conocia, volvere
sludos

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