jueves, 19 de marzo de 2009

Acertadas confusiones

Me habían recomendado los haikus de Susana Benet. En cuanto pude me asomé a la biblioteca en busca de su libro y encontré otro que no era, pero que también es. En lugar de Lluvia menuda, he leído Faro del bosque. Más de 60 haikai de los que he entresacado algunos para dejarlos por aquí. El primero es puro haiku, recuerda a Basho y su habilidad para captar las pequeñas maravillas de la naturaleza. También el segundo participa un poco de ese espíritu, pero reconozco que lo elegí por otras razones. El resto tienen otro estilo, de retrato cotidiano en el que Benet se mueve como pez en el agua. A veces rompe los esquemas de la métrica habitual del haiku, pero las imágenes iluminan -como ese faro al que alude en el título- los pequeños claros del bosque de la vida corriente. ¡Y cuánta luz reflejan!

Si parpadeo,
se ocultará en la grieta
la lagartija.



En el jardín,
tras el viento y la lluvia,
queda el perfume.



Qué pequeño es
ahora aquel cuarto grande
de mi niñez.



Leyendo esquelas
se va hundiendo el anciano
en el periódico.



Si yo pudiese
apagar el recuerdo,
vería la noche.



Hoy un destello,
un instante, mañana
seré una foto.



Aunque no estés
qué agradable tocar,
plegar tu ropa.

Ver las petunias
también es una parte
del desayuno.

4 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

La verdad, merece mucho la pena hacer caso de las recomendaciones de Enrique. Buenos haikai, sí.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Magníficos y luminosos. Gracias Corina, gracias. Y gracias Enrique.
Un abrazo.

E. G-Máiquez dijo...

Yo también estoy encantado con la recomendación. Porque leer un libro con los ojos de otro es otro regalo. Muy buena selección. Mil gracias.

Corina Dávalos dijo...

Gracias a vosotros, por leer conmigo.

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