viernes, 17 de septiembre de 2010

Fragmentos

He perdido mi viejo ordenador. Vamos, lo tengo conmigo, pero ha entrado en el letargo definitivo de los pecés muertos. Tenía allí muchos apuntes, fotos, canciones. Nada que pueda ya recuperar. Ayer encontré un papelillo viejo con unos fragmentos de un poema de Ernestina que hiberna junto con otros tantos que había guardado y que quizá no vuelva a leer. Este lo pongo a salvo aquí porque, conociéndome, el papel también puede desaparecer en cualquier momento.

Distancia

Hay zanjas invisibles,
ironía en los ojos,
y tienes que apretar
la mano que no sientes
para seguir andando
sin olvidar la meta.

Un día llegarás.
Imposibles retornos
te conducen por fin
adonde perteneces.
(...)

Tuviste la ilusión
de hacerte comprender,
pero alguien alzó
una pared encalada.
Todo es liso y pensado.
La ternura espontánea
se estrella contra un muro.

Como no eres de aquí
serás de alguna parte.
Hay un cielo escondido
que espera a cada uno.

Ernestina de Champourcin, La pared transparente.


3 comentarios:

Unknown dijo...

El final es estupendo.

Corina Dávalos dijo...

A mí me gusta también lo de "imposibles retornos", pero estoy de acuerdo el final es muy bueno.

Carlos RM dijo...

¡Los pecés muertos! ¡Qué hallazgo oceánico/fluvial!

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