Tu tiempo el tiempo que te ha sido dado
el mínimo minuto, el largo año
que cuentas como el oro del tacaño
se fuga hacia un final desdibujado.
Se escapa tu destino sopesado,
no logras detenerte en el peldaño
feliz de aquellas horas, el engaño
de tu memoria se ancla en el pasado,
pero las horas mueren sin excusa
y la ilusión se aleja y la inconclusa
historia de tu vida se resbala
por la pendiente oscura de la tarde.
El tiempo que te hiere es una bala
de fuego que se apaga mientras arde.
sábado, 23 de abril de 2011
Desempolvar los baúles
jueves, 21 de abril de 2011
Quiasmo
martes, 12 de abril de 2011
Final
Las tesis no se acaban, se dejan.
¿Cuánto te queda?, ¿dos subepígrafes? ¡Pues acaba esta misma tarde!
La filosofía es una actividad masculina, no se puede abstraer tanto sin perder algo de feminidad.
Acaba ya, total, nadie se lo va a leer.
Hay que acabar las cosas con primor. Eso no quiere decir que hay que hacerlo despacio, sino poniendo los cinco sentidos.
En cuanto termines vamos a hacer una barbacoa para celebrar. No hace falta carbón, trae un par de ejemplares y verás qué gusto tendrá el asado.
Depreseta i bé.
miércoles, 30 de marzo de 2011
martes, 29 de marzo de 2011
Otra presentación de Memoria del Paraíso, pero en Madrid
sábado, 26 de marzo de 2011
Los dragones de Joffé
Los gritos del silencio tiene como protagonista la amistad entre dos hombres de gran valía, los periodistas Dith Pran y Sydney Schanberg, ambos corresponsales para el New York Times durante la guerra de Camboya. Está basada en una historia real, como sucede, en parte, con Josemaría Escrivá y Manolo Torres en Encontrarás Dragones.
En una ocasión hablaba Joffé sobre Los gritos del silencio, refiriéndose a una escena de la película en la que la arbitrariedad de la guerra quedaba retratada con especial intensidad. Una escena en la que Dith Pran consigue, contra todo pronóstico, disuadir a un grupo de revolucionarios de no matar a varios periodistas amigos suyos:
La vida es un gran juego de azar, en el que no sabemos, por muy listos que seamos, qué pasará a continuación. La vida es un juego de azar que requiere todas las respuestas heroicas que tengamos. Todas las respuestas valientes que tengamos para resistir.
La guerra es caos y desorden, en todos los sentidos, y en todos los bandos, ha habido hombres y mujeres que se han hecho recordar por esas respuestas heroicas. Es el caso de Josemaría Escrivá, y tantos otros anónimos, que supieron frenar el caos y la deshumanización de la guerra, aferrándose a la certeza de que en cada hombre hay algo sagrado, inviolable, que se debe defender siempre, sea del bando que sea. No se trata de bandos. No de bandos políticos.
No se puede decir que haya exactamente un paralelismo entre las dos películas de Joffé. En Los gritos del silencio, los dos protagonistas crecen con las dificultades que se les presentan, dentro y fuera de la guerra. Encontrarás dragones tiene dos personalidades que se desarrollan de un modo totalmente distinto en la historia: mientras el uno crece, el otro se diluye. Y no por falsas posturas hagiográficas, sino por algo mucho menos tendencioso: el odio deshace el corazón, mientras que el amor lo hace grande y fuerte. Esa es la verdad que Joffé quiere mostrar. Quizá por eso, al menos en mi opinión, el peso de los dos personajes –Josemaría y Manolo- queda un poco desequilibrado en la película. Dudo que sea algo que se le ha escapado al director, sino algo que nos quiere decir intencionalmente: elegir el bien nos define y nos solidifica, mientras que lo contrario nos desdibuja.
Tal vez, si el personaje se llamara Pepe González y no Josemaría Escrivá, habría menos ruido ideológico en las críticas hacia la película. Yo me quedo con lo que quería reflejar Joffé: hay algo profundamente humano en el mensaje cristiano de la reconciliación.
Algo profundamente humano, esas verdades en las que coincidimos y asentimos todos, creyentes y no creyentes, de derechas o izquierdas. La película es una buena muestra del mejor cine de Roland Joffé. Humano, nunca demasiado humano.
Dejo algunos enlaces interesantes sobre la película:
Encontrarás dragones (web oficial)
Entrevista a Roland Joffé (II)
martes, 15 de marzo de 2011
Dos entrevistas
lunes, 7 de marzo de 2011
sábado, 5 de marzo de 2011
Poética
miércoles, 2 de marzo de 2011
(...) te diré que la vida peterburguesa ejerce una influencia grande y benéfica en mí, me enseña a estar activo y de alguna manera me obliga a tener un horario; no puede uno estar sin hacer nada; todo el mundo tiene ocupaciones; tiene cosas que hacer y no hay con quien llevar una vida bohemia, y solo es imposible. Sé que no vas a creer que he cambiado y que me vas a decir: "me lo has dicho veinte veces y el resultado no se ve, no has cambiado ni un ápice". Pero, no. Ahora he cambiado de manera totalmente distinta a como cambiaba antes. Antes me decía: "Debo cambiar", pero ahora veo que he cambiado y me digo: "He cambiado".
martes, 22 de febrero de 2011
Missing
En el cuarto de estar de mi blog no hay persianas, no hay verano, ni cartelito que anuncie: "vuelvo dentro de un mes". Y las visitas pensaban que se había vuelto un blog exclusivo para invitados particulares. Si sirve de algo, la culpa no es mía sino de mi inquilino, Blogger, que no da pie a muchas explicaciones. Vuelvo, pero para volver a irme, y volver, y así; como quien tiene casa de verano.
La tesis a punto de concluir, un máster de comunicación en marcha, presentaciones de Memoria del Paraíso. Y la vida misma, que de pronto se vuelve laboriosa (más, quiero decir).
Aunque no pase mucho tiempo por aquí, lo de siempre: gracias por venir, está en su casa.
martes, 18 de enero de 2011
18-01-2011
viernes, 24 de diciembre de 2010
lunes, 8 de noviembre de 2010
La Sagrada Familia
Involución gramatical
Empezamos bien con la búsqueda del justísimo "a cada uno lo suyo"; y por desgaste de la lengua, entre otros lugares del alma, acabamos con el "cada uno a lo suyo". Y así nos va.
martes, 26 de octubre de 2010
Memoria del Paraíso
La primera entrada de este blog empezó a flotar en la red el 29 de mayo de 2006. Entonces no sabía muy bien en qué acabaría esta aventura de lanzar escritos al vacío virtual. He tenido la suerte de que hubo un efecto boomerang y, como dice J.A. González Romano, mucha gente allá afuera dio señales de vida. Tuve grandes compañeros de camino desde el principio: Enrique García-Máiquez, Jesús Beades, Rocío Arana, Inma Rodríguez Moranta, José Manuel Mora Fandos, Carlos Rodríguez Morales; y otros que se me quedan en el tintero, pero que los tengo presentes con gran admiración y gratitud. En esos primeros meses estos blogs formaron un auténtico patio de vecinos; y nos lo pasábamos en grande comentando aquí y allí las ocurrencias de unos y otros. Algunos se quedaron en el limbo del blog parado, otros desaparecieron para reaparecer después, luego cada uno tomó su rumbo.
Mi camino me llevó a la poesía, a leer e interesarme por ella, e incluso a atreverme a escribir algún poema. De esas tentativas, palos de ciego llenos de ilusión, que aquí llevaban la etiqueta de "aprendiz de poeta" fueron saliendo versos, poemas y algún premio literario (el susto de que esto podía ir en serio me lo llevé en 2008, cuando quedé finalista del premio Adonáis de poesía y de la primera edición del premio ECOEM.)
Finalmente, dentro de un par de semanas, gracias al apoyo de Javier Sánchez Menéndez, mi editor; saldrá a las librerías mi primer libro de poemas: Memoria del paraíso, dentro de la colección Isla de Siltolá. Os adelanto algo que he escrito en la página de agradecimientos del poemario:
"Muchas gracias a los lectores, anónimos y con nombre propio, de Ráfaga de Letras."
A modo de epílogo: Sólo me queda deciros que, a pesar de lo que digo con cierta ironía en uno de mis poemas,
Bien dijo aquel filósofo ateniense:
habría que expulsar a los poetas.
Nosotros somos hoy más tolerantes,
pragmáticos también y ya nos vale
con no comprar sus libros e ignorarles.
jueves, 21 de octubre de 2010
Robots
miércoles, 20 de octubre de 2010
Hoy, Borges
Lo perdido
¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido
de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,
según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.
martes, 19 de octubre de 2010
Entrevista a Julia Fernández-Tellechea
Familias imperfectas
A menudo, cuando se habla de la familia, se presenta un modelo ideal. Y está muy bien manejar arquetipos, historias y ejemplos dignos de i...
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De la conferencia que la escritora Reyes Calderón dio durante el acto de entrega de premios del concurso de Relato Corto de la Universidad...
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Los gansos mordían. Pero, a diferencia de los perros, los gansos daban miedo. Eran seis; cuatro blancos y dos habanos, siempre juntos grazna...