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miércoles, 31 de octubre de 2007

Fumar puede ser perjudicial para la salud

Eso mismo pensé yo cuando esta mañana saltaron todas las alarmas. En el pasillo de Historia se detuvo el tiempo, una vez más, y salieron de sus despachos, sin prisas, los sabios profesores. Un olor a chimenea se filtraba por las puertas. Y muy pronto el humo. Nadie corrió alarmado por un pasillo. "Sólo una colilla mal apagada", sonreían algunos. Aquello no era la Roma de Nerón. Y aquellos sabios, acostumbrados a semejantes escenarios, no se movieron apenas de su mesa de estudio. Y dudo ahora qué adicción es peor, si el tabaquismo o la estudiositis. Parece que por cualquiera de los dos se puede acabar con los pulmones como un horno de fundición.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Docere

En medio de la hojarasca, algún que otro fruto ha brotado del CAP. Uno de los consejos pedagógicos que he hecho mío es el de llevar un diario de profesor. Allí apunto las incidencias de cada clase y me sirve para reflexionar sobre mi trabajo, qué sale bien, qué sale mal, qué motiva a mis alumnos, que les aburre...

Hoy empecé con las clases de este curso y con el diario. Algunas frases sueltas:
  • Fundamental: apagar el móvil.
  • La memoria es una aliada insustituible en estas batallas.
  • Lo primero que hay que memorizar: los nombres de los alumnos/as.
  • Lo segundo: el contenido de la clase, con punto y coma. Quien enseña se examina cada

viernes, 24 de agosto de 2007

The end

He buscado en Google el llamado Síndrome de Finalización, pero no lo encuentro. Me dicen que sí, que existe, que es de los síndromes de libro; pero yo sólo encuentro información sobre el Síndrome de Estocolmo. Al fin y al cabo, también me sirve. A menos de 1000 palabras de la salida del túnel, veo que con esto colmo el vaso de mi paciencia y, aún así, sigo buscándole peros y más peros al trabajo hecho y no me decido a abandonar la guarida de mi secuestrador. Menos mal que está mi sabio director que, a golpe de se ha acabado el plazo y hay que terminar, corta los hilos de la indecisión.

martes, 21 de agosto de 2007

De la mirada

Simmel no era un sistemático, pero sin duda sabía mirar. Estos fragmentos de su Disgresión sobre la sociología de los sentidos*, son una prueba de ello. Para abrir boca, la filosofía es un aperitivo fabuloso. Pero siempre incompleto, sin ese dulce touch de la intuición poética.
Los ojos desempeñan una función sociológica particular: el enlace y acción recíproca de los individuos que se miran mutuamente. Acaso sea esta la relación mutua más inmediata y más pura que exista. (...)

El oído se diferencia de la vista por la falta de aquella reciprocidad que produce la mirada cara a cara. En esencia, el ojo no puede tomar nada sin dar al mismo tiempo algo. (...)

Hasta la palabra hablada y oída tiene una significación objetiva, que podría comunicarse de otro modo. Pero la vivísima recíproca en que entran los hombres al mirarse cara a cara, no cristaliza en productos objetivos de ningún género; la unidad que crea entre ellos, permanece toda en el proceso mismo. (...)

La más mínima desviación, el más ligero apartamiento de la mirada, destruye por completo la peculiaridad del lazo que crea. (...)

La intimidad de esta relación procede del hecho notable de que la mirada dirigida al otro, la mirada escrutadora es, en sí misma, expresiva; y lo es por la manera de mirar. (...)

En la mirada, que el otro recoge, se manifiesta uno a sí mismo. (...)

No podemos percibir con los ojos sin se percibidos al mismo tiempo. (...)

La mirada propia revela al otro el alma, al tratar de descubrir el alma del otro.(...)

Al bajar la vista privamos al otro de una posibilidad de conocernos. La mirada a los ojos del otro no sólo me sirve para conocerle yo a él sino que le sirve a él para conocerme a mi. (...)

En la línea que une ambos ojos, cada cual transmite al otro la propia personalidad, el propio estado de ánimo, el propio impulso. (...)

Prescindiendo de muchas modificaciones, lo que vemos en el hombre es lo que hay en él de duradero. En su rostro se halla grabada, como cuando se traza un corte por capas geológicas, la historia de su vida y aquellas cualidades básicas con que le ha dotado la naturaleza. (...)


Georg Simmel, Sociología. Estudios sobre las Formas de Socialización II, Biblioteca de la Revista de Occidente,1977, pp. 676 y ss.

domingo, 12 de agosto de 2007

Pedro de Miguel (in memoriam)

Recibí hace un par de horas la triste noticia de que Pedro de Miguel murió esta mañana después de pelear con su enfermedad. A decir verdad, no le conocí personalmente. Seguramente me lo crucé muchas veces por un pasillo de la Facultad sin saber que era él. Le conocí como lectora suya, primero como autor de los editorales de Nuestro Tiempo, y después como colaborador. Sus reseñas me gustaban, incluso llegué a comprar un libro de reseñas suyo porque me fiaba de su criterio como crítico. Años después resulta que aquel señor al que yo leía con admiración empezó a pasar por aquí con tono desenfadado, preguntando por la tesis, sin darse ninguna importancia. Eso me impresionaba, además de su gracia para contar chascarrillos de Bilbao y de tantas otras cosas. Copio como homenaje un párrafo de la presentación de su Guía de Lecturas Contemporáneas. Sin duda él ha sido, sin saberlo, el alguien que ha ayudado a muchas personas a acercarse a la buena literatura, buena en todas las acepciones el término. Yo entre ellas. Y aunque no me considero una buena lectora, mejoraré con los consejos de un buen lector, crítico y escritor. ¡Gracias Peter!

"El buen lector -siempre algo voraz, siempre en disposición de dejarse fascinar por la buena literatura- agradece un buen consejo y lamenta, en algún momento de su vida, no haber tenido a alguien al lado en aquel momento en el que necesitaba alimentarse de otras vidas, quizá para olvidar un poco la propia o para distraerla o mejorarla."

lunes, 11 de junio de 2007

Cotilleo formal

Hace un tiempo, cuando anuncié mi fallido régimen de entradas-sólo-los-viernes, Peter insistía en que quería fisgar en mi tesis. Yo que estoy todo el día fisgando en ella y tengo el blog como una burbuja de oxígeno, no quise contaminar mi único espacio sin tesis, sin ofrecer al menos un mínimo de resistencia.

Pero como pasa el tiempo, los plazos se acercan y mi dieta literaria se está reduciendo cada vez más a la bibliografía primaria y secundaria del trabajo de investigación, ha llegado el momento de mandar a paseo todas las precauciones contra la contaminación. Ya en este punto, las cuitas de la tesis se ponen más interesantes y cada vez me acerco más al meollito (el fenómeno de la moda visto desde la sociología de Simmel). En realidad, se podría decir que se trata de una especie de cotilleo formalizado. Pero no penséis que por eso es menos serio (a ver si me voy a cavar mi propia tumba.) Como dice Rafael Alvira, lo más fácil es lo más difícil, lo que parece más evidente es lo que menos evidencias brinda a la hora de desgajarlo filosóficamente: la frivolidad no es náda frívolo.

Dejo aquí una cita que compendia los intereses de Simmel y por tanto los míos, mientras dure la tesis. Intelectualmente voy con Simmel del ganchete y aunque a veces es un poco árido, hay días en que aprendo mucho de nuestras calladas conversaciones. Para que luego digan (y diga yo) que la vida académica no es vida.

"Los hombre se miran unos a otros, tienen celos mutuos, se escriben cartas, comen juntos, se son simpáticos o antipáticos, a parte de todo interé apreciable; el agradecimiento producido por la prestación altruista posee el poder de un lazo irrompible, un hombre le pregunta a otro en el camino, los hombre se arreglan y se visten unos para otros, y todas estas y mil otras relaciones omentáneas o duraderas, conscientes o inconscientes, efímeras o fecundas, que se dan entre persona y persona, y de las cuales se entresacan arbitrariamente estos ejemplos, nos ligan incesantemente unos con otros. (...) Estas son las acciones recíprocas que se producen entre los átomos de la sociedad".

Georg Simmel, Sociología I, Revista de Occidente, 1977, p.30

lunes, 16 de abril de 2007

Primicia

Un adelanto de la conferencia de Adam Zagajewski:

"The generosity of the poetic gift hesitates when confronted to the world. The poet hesitates."

Después de escuchar a Zagajewski queda una certeza agradecida de que es así; merece la pena que en esa confrontación que experimenta el poeta, venza la poesía. O como dice Julio Martínez Mesanza: que el poeta "quiera y sepa devolver multiplicado el don que se le ha concedido."

domingo, 15 de abril de 2007

Zagajewski

Tengo que agradecerle a Cristina Abad que me haya puesto los dientes largos con algunas citas de Adam Zagajewski , que en su momento nos dejó en el Batiscafo. Yo, carne de cañón, enseguida fui a la librería en busca de un ejemplar de Dos Ciudades y lo estoy leyendo con mucho interés. Supe que Zagajewski estaría en Córdoba para el mega congreso aquel de Cosmopoética, y reconozco que al ver su nombre entre los ponentes reverberé ligeramente de rabia porque no podría ir a escucharle.
Pero, como un regalo del Domingo de Misericordia, me encuentro con que podré escuchar a este poeta, novelista y ensayista polaco aquí en mi universidad. Desde luego, Pamplona tiene sus ventajas. Y ya que me ha tocado en suerte prometo una reseña de “El diálogo entre las artes: pintura, música y poesía” para la cita del viernes.




viernes, 30 de marzo de 2007

Clase III

I. Llego al aula y escribo el esquema de la clase en la pizarra. Hay unos treinta alumnos en clase y casi todos están entre la segunda y la sexta fila, o sea cerca. A ver, -pregunto con tono escéptico- ¿cuántos se han leído el capítulo? Y para mi sorpresa empiezo a ver varias manos que se elevan, cuatro, siete, nueve... Tardo un poco de salir de mi asombro. Bajan las manos. Uno sigue con la mano levantada. Le invito a hablar mirándole con interés mientras levanto las cejas, como esperando una revelación. Y la revelación ocurre: "Y eso que hoy hemos tenido examen de empresa." Escepticismo...: ¡Nunca mais!

II. Termina la clase. Se acerca una alumna.
-Oiga, dice con timidez, yo es que veo que deberíamos dedicarle más tiempo a este libro. ¿No podríamos hacer un seminario? Es que este Spaemann es como muy profundo y con una hora no nos llega.
Yo hago lo posible por disimular la cara de emoción-asombro.
-Sí claro, yo encantada, a la vuelta de Pascua hablamos.
-Muchas gracias, dice toda sonriente.
-Gracias a tí, pienso yo, y todavía me dura la sonrisa, a pesar de ser Viernes de Dolores.

III. No sé si la enseñanza quema, por ahora sólo sé que engancha.

lunes, 26 de marzo de 2007

William Congdon

Naples afternoon, W. Congdon

A veces se confirma la sabiduría del refranero: "En casa de herrero, cuchillo de palo". En uno de los despachos del pasillo que recorro todas las mañanas, el de la Cátedra Félix Huarte, se viene cociendo desde hace meses un congreso sobre la pintura de William Congdon y el expresionismo abstracto. Y yo apenas me entero hoy. Al menos no he llegado al humo de las velas, y -por si a alguno de los que pasa por aquí le interesa-, paso la voz.

viernes, 23 de marzo de 2007

Clase II

-¿Cuántos habéis leído el capítulo?
Silencio sepulcral.

-Voy a pensar la posibilidad de poneros un ejercicio escrito, creo que es la única manera de lograr que traigáis el capítulo trabajado.

Una alumna con cara de agobio dice:

-¿Lo podría poner dentro de tres semanas?...¡Es que tenemos examen de empresa!

Y le respondo:

-No hay mayor empresa que vuestra propia humanidad, en eso sí que merece la pena invertir...

Sólo dos clases más en medio de la preparación de un parcial de empresa… no queda más remedio que ser feliz con lo que hay y usar de benevolencia con los alumnos. Pobres, todavía no saben que el manual de empresa cambia cada tres años, mientras que los cuadernos de notas de Aristóteles sobre la Ética llevan alimentando inteligencias desde hace varios siglos.

Quizá piensan que eso se debe a que Aristóteles sabía mucho sobre marketing comercial y que gracias a eso sigue vendiendo sus libros. Y todo eso claro, se encuentra en el manual de empresa...

Familias imperfectas

  A menudo, cuando se habla de la familia, se presenta un modelo ideal. Y está muy bien manejar arquetipos, historias y ejemplos dignos de i...