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martes, 25 de diciembre de 2007

La Natividad

Querría haber felicitado la Navidad ayer, en vísperas, en Nochebuena. Pero la red tiene sus caprichos y he tenido que llegar como un pastor rezagado. En todo caso una ¡Feliz y santa Navidad para todos!


El cielo trazó una gruta

durante la Noche Aquella.

Y se pusieron de acuerdo

toda clase de estrellas,

para abrirles camino

a los ángeles cantores.


Y en las tierra los pastores

cogieron flores y vino

-llevaban cuanto podían-

para obsequiárelo al Niño.

Sonaban los tambores,

balaban las ovejas,


José miraba asombrado

al Niño de Cara Morena.

María arrullaba al pequeño

y dejaba, la Virgen buena,

que yo me acercara a besarle,

arrepentido y con pena:


Tengo tan poco que darle,

tengo tanto que pedirle:

a mi Niño no le importa

me sonríe, no me riñe,

y yo me rindo a sus ojos

que lloran por redimirme.

martes, 18 de diciembre de 2007

Elogio del silencio

El asombro sólo nace
acunado en el silencio:
sin nombres, ni adjetivos; sin adverbios.
Y nos basta el verbo puro
para inventar un mundo y su misterio.

Ahora que lo sabemos, callamos.
La ausencia de palabras nos oculta
y nos halla a la vez, como en un juego,
de voces inaudibles que conjugan
su querer, en todo tiempo.

lunes, 29 de octubre de 2007

Haikus de otoño

Sauce de otoño.
Sus hojas como lágrimas
de miel y almíbar.

Cara de luna:
Con su perfil de ámbar
su pena oculta.

La luna llena
imita a un corazón,
late en el río.

martes, 23 de octubre de 2007

Sueños

Son a veces las palabras
trampa, ensueño,viejo truco
por los que vive el alma que imagina.

Corazón embaucador y risueño,
dejo que se vaya haciendo dueño de
sus latidos propios, yo me alejo y


--------------------------------de su mano
voy midiendo las distancias
entre lo que será, lo que no ha sido.

--------------------------------Sueño...
y a los sueños sólidos dejo
que se vistan de trasunto,
ya así se adentran en el mundo
de mi vida, como su espejo.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Huida

"to hear with eyes belongs to love's fine wit"


Perdóname si llego de repente

y te invito a olvidar por un momento

al mundo con todos sus ocupantes

y escapar por la ventana conmigo.

No te saco de tus cosas, de tu hoy

responsable y rutinario. Te pido

mas bien todo lo contrario, que mires,

descubras el cristal, el fino marco,

que apenas cruje cuando se nos abre;

traspases el umbral y me describas

el mundo que ahora baila ante tus ojos.

viernes, 21 de septiembre de 2007

historias

Anuncian: Hoy veremos playas blancas,
mañana por lo menos cien retratos,
la tumba -ilustrísima- de un prócer
que no recuerdo bien cómo se llama.
--------------------------------- Luego

visitaremos todos los lugares
señalados a fuego por la historia
general de casi todos los hombres.

Y yo prefiero en cambio aquella esquina,
concreta que dibuja mi memoria,
allí donde bien lejos de los flashes
hablaba el corazón sin defenderse.

El banco de aquel parque con astillas
el sol de un día azul entre semana
las hojas primerizas de ese otoño,
y el rostro que de pronto se sonroja
pues sabe que no dejo de mirarle.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Destierro

¿Qué es la esperanza, sino memoria del paraíso?


De vez en cuando salgo de paseo

por la ciudad tranquila

allí me encuentro siempre

a gente que sonríe en los portales.

Yo paso por allí, también sonrío,

y el cielo se adivina entre sus calles.


Regreso luego, en fin, a lo de siempre,

con una nueva luz en la mirada

tras ver una vez más esos rincones

bruñidos por el sol de la memoria.


martes, 28 de agosto de 2007

Vida de labores


Una puntada, y otra,
y otra nueva por allá;
por aquí para el botón
por allí para el ojal.
¡Siempre falta una puntada
para el remate final!


lunes, 20 de agosto de 2007

Apuntes


Las gotas imprecisas que rebosan

el pozo de mi sed inabarcable,

se secan con un guiño de la luna.


El fondo preciosísimo que anhelo

precisa que la lluvia sea eterna.


lunes, 13 de agosto de 2007

Noche de San Lorenzo


Buscaba mi refugio aquella noche

bien lejos del acoso de un tejado

y el lúgubre fulgor de las bombillas.
Miraba a las estrellas recostada

al borde de un camino y se escuchaba

el baile de los astros y un molino

rasgando al viento norte con sus aspas.

No vi ninguna estrella en plena huida

frenética y fugaz por las alturas;

miré pasar en calma por el aire

la luz de algún satélite premioso.

Las luces de los pueblos a lo lejos

dormían y sus sueños titilaban

tranquilos como espejos de su cielo.



domingo, 1 de julio de 2007

Estación seca

Riega al verano

de remolino y polvo

tu risa nueva. --- under construction---

.

.

.
Tórrida noche,

sin abril y sin lluvia:

Luna sedienta.

miércoles, 20 de junio de 2007

No con la misma piedra

Hace unos meses cometí el error de anunciar que iba a restringir mis entradas a los viernes. Lo único que conseguí fue mandar mis buenos propósitos al limbo del desiderátum y doblar el mono de blogg. Así que no voy a atacarme por el mismo flanco. Sólo digo que, puede ser, que es posible, que quizá, vaya a escribir menos, mucho menos, casi nada...,hasta que termine el trabajo de investigación. Aprovecho además que últimamente me da mucho corte colgar los garabatos que pinta la aprendiz de poeta. Será el cansancio, digo yo, o el miedo a cansar. El hecho es que se juntan razones justas y variadas para ir haciéndose al ritmo lento del verano. (Como Carlos que ya está allí de lleno.) Dejo un poema de media distancia, que además, después de volverlo a leer, me parece que está a medio camino de estar terminado. Voy a dejarlo al relente y si sobrevive será que está destinado a vivir y si no, lo llevaremos a enterrar. Sin pompas.

Poema de media distancia

Tu ausencia siempre está a medio camino
del viaje y la presencia sosegada,
Kilómetros de tiempo como luces
y sombras que me habitan la memoria.
Tu ausencia siempre fue como una madre
-cercana, tan discreta y necesaria-,
atentas se reclinan tus pupilas,
descifran como un mago mis palabras.
Por eso vuelvo siempre a hablar contigo,
del mundo en el que giran mis relojes.
Al fin las horas siempre se nos juntan,
y a cambio es otro el viento que nos roza.

martes, 12 de junio de 2007

Homo-ludens


y no comprendemos ya el juego

como base
y cumbre del universo.


Buscaba la palabra poderosa

que hablara en todo el centro de tu nombre

con tonos de algodón, vaivén de cuna,

que ahogaran con su timbre tu silencio.

Buscaba pronunciar una palabra

que uniera en sí la brecha de los días,

pasados y futuros con un nombre

que fuera aquí, por siempre, ya, presencia.

Buscaba en vano, entonces ignoraba,

que el eco del origen se pronuncia

vertido en el lenguaje y en el tiempo

acaso en la palabra que lo invoca.

A salvo de la búsqueda cansada

mi voz se desparrama en el acento

risueño de las sílabas primeras

del juego entre los hijos de los hombres.



jueves, 31 de mayo de 2007

Refunfuño estacional



¡Que viva la primavera!,

y el verde de las montañas,

...y los días de migrañas

que acampan en sus laderas.

No quisiera ser grosera,

ni aún quejarme de vicio,

pero me saca de quicio

que hasta el cincuenta de mayo

no nos libremos del sayo

ni por obra del solsticio.



(*) El tiempo en Pamplona



martes, 22 de mayo de 2007

Variación

La vida te da sorpresas, como dice la canción. Andaba yo medio desconsolada porque mi trabajo de investigación se vuleve cada vez más posesivo. Reclama mi atención a todas horas, y en cuanto tengo un hueco libre, no soporta que lo llene con la compañía de nada que no sea él. La consecuencia obvia es que me ausento de otras compañías más halagadoras, agradables, atractivas y prometedoras. Y, ante mi actitud casquivana, éstas se van discretamente, para dejarme en paz con lo mío. Hace varias semanas que no oigo una palabra de mi buena amiga la música, de la temporada taurina lo último que supe es que estaba muy apenada por la cornada de Talavante. Pero lo peor de todo, es que de la musa recién estrenada, hace días que no sé nada, nada.

De repente el sábado por la mañana que -como va siendo costumbre- vine a hacerle una visita a mi tesina, me encontré en el ascensor a un sacerdote mayor muy sonriente. Yo aprovechaba los minutos de ascensor para leer La Pared Vertical, de Antonio Duque (y la razón de mi lectura, todo hay que decirlo, fue que donde dice Antonio,
¡ay!, yo leí Aquilino.) Llevaba además bajo el brazo, otros dos libros de poesía (que por suspuesto iba a esconder en la mochila en cuanto pusiera un pie en la planta de filosofía, para evitar el ataque de celos.) En estas estaba, cuando el sacerdote, muy educado preguntó:

- ¿Eres poeta?

Yo no pude evitar sonreír ante el abordaje lírico-místico y mientras dejaba de mirar a la pared, le respondí:

- Pues, lo intento.
- ¡Ah, no!: o se es o no se es.
- Pues entonces vamos a suponer que sí.
- En ese caso enhorabuena.
- ¡Gracias! -le digo, mientras las puertas de la cuarta planta se van abriendo-.
- Pues ya que eres poeta, escribe un soneto; yo te doy el tema.

Y yo, con mucha cara, pensando en vacunarme contra las sequías literarias, le respondí:

-Vale, pero sólo si usted reza para que la musa no me abandone. (Ahora el que se reía era él.)
-Bueno, ¡trato hecho!, me dijo.
-¿Y sobre qué quiere que escriba?
-Pues sobre esto: un encuentro fortuito en un ascensor en el que un cura viejo e insolente le manda a usted a escribir un soneto.

Dejé que se cerraran las puertas, y me fui a mi mesa radiante después de semejante encuentro. No sé si volveré a cruzarme con este sacerdote que me alegró la mañana del sábado. Pero como el trato era que lo escribiera, yo así lo hice. Y aunque no esté a la altura del episodio, lo dejo porque soy mujer de palabra. Y dicho esto me voy, que ya está otra vez el capítulo poniéndome caras y ya es hora de que le haga un poco de caso.

Encuentro fortuito


Un soneto me manda a hacer valiente,

un cura al que he encontrado por acaso.

Me vio en el ascensor -muy sonriente-

leyendo a unos autores del Parnaso.


En pleno viaje del tercero al cuarto

pregunta si de oficio soy poeta,

y, antes de que llegue yo a mi meta,

le digo que de intentos ya me harto.


Vamos llegando, voy hacia mi mesa,

bajo en la planta de filosofía.

Pero antes que me marche, él expresa


su petición con mucha simpatía.

"Escribe un soneto con este tema:

un cura insolente encarga un poema."




Familias imperfectas

  A menudo, cuando se habla de la familia, se presenta un modelo ideal. Y está muy bien manejar arquetipos, historias y ejemplos dignos de i...